Runfla
Ni duda cabe, son una runfla de gañanes decía uno de mis hermanos para calificar a un grupo de rufianes que merodeaban por la casa.

Ni duda cabe, son una runfla de gañanes decía uno de mis hermanos para calificar a un grupo de rufianes que merodeaban por la casa. Lorenzo, el segundo de diez hermanos, Lencho para sus amigos, El Güero para su familia manejaba un lenguaje florido y muy pegajoso.
Me llevaba once y hoy tendría 86, El Güero fue un médico que aplicaba transfusiones de bienestar e inyecciones de buen humor; siempre le dijo jefa a mi mamá, jefe a mi papá y carnales a nosotros, sus hermanos. Se dirigía cariñosamente a mis cuatro hermanas llamándoles carnalitas.
Decía: ¡A todo mecate!, cuando los asuntos iban de bien a muy bien. ¡Abuelita son tu nieto!, para confirmar lo que se tenía que hacer a fuerzas. Y a jalar parejo para que todos trabajáramos en equipo sin hacernos guajes...
Eran parte de su vocabulario cotidiano palabras como chacoteo (que es estar jugando); guamazo (golpe o trancazo); talacha (trabajo rutinario a mano limpia): varo (un peso) o zangolotear (sacudir a una persona o una cosa) ...
Una relación de gran confianza, piquete de ombligo; algo que no funciona, ir de la patada; algo usado, de segundo cachete y una exhortación a la tranquilidad: ¡Calmantes montes!
Y así, con un sinfín de coloquialismos -dichos y frases- era un deleite oírlo hablar en todo momento y de cualquier tema diciendo lo que de seguro usted entiende, tal y como bajita la mano, echar un oclayo, a golpe de calcetín o a pincel; de tocho morocho, ¡bien guapachosos!, ¡ir hecho la mocha!, tambache, rabón, juerga, tembeleque, zopenco y hasta petatearse o irse al otro barrio.
LA PALABRA DE HOY: RUNFLA
En una de sus acepciones: “se rie de varias cosas de una misma especie”, que pueden ser -por ejemplo- desde un pequeño grupo de personas hasta una muchedumbre.
Procede del italiano ‘rofia’ que significa “juego de naipes”. Hoy, runf la es un grupo que no es bien visto, porque por lo general no tienen buenas intenciones.
EN INTERNET: DICCIONARIO DEL ESPAÑOL DE MÉXICO
Así se presenta este diccionario: “Se trata de una obra original, de carácter descriptivo, hecha con criterios exclusivamente lingüísticos. Todo el vocabulario que incluye ha sido utilizado o se usa en México”...
El vocabulario del El Güero aparece en este tumbaburros que proporciona tanto la definición académica como la popular. Por ejemplo, de la palabra dengue además de dar pelos y señales de la enfermedad contagiosa; también alude a las muecas o fruncimiento de cara cuando uno está disgustado.
Del adjetivo carnal perteneciente al ser humano como materia esencial. Coloquialmente carnal también es hermano, tanto consanguíneo como por una gran amistad.
El sustantivo tambache es un bulto grande y pesado como el que cargan los pepenadores. En Michoacán, un tambache es un racimo de plátanos que pesa 25 kilos. Pero de manera distendida un tambache suele ser mucho más ligero.
Gañan, trabajador o peón del campo; así como el individuo de mal aspecto digno de sospecha como los que integran una runfla.
*- El autor es profesor de Redacción Creativa en Cetys Universidad.
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