LA CCRISIS DEL PRI
Es lamentable la desbandada del PRI. Sin duda, Alejandro Moreno Cárdenas, el actual presidente, es el principal responsable.
Es lamentable la desbandada del PRI. Sin duda, Alejandro Moreno Cárdenas, el actual presidente, es el principal responsable. Su discurso debe enfocarse en la unidad entre los liderazgos del PRI del pasado; es su responsabilidad en este momento.
Obrador, de hecho, deja a los partidos políticos “maniatados”, sin una vereda para recuperarse. Los tiempos de los liderazgos del PRI se fueron, ya son historia. Más que la Revolución Mexicana —Hidalgo, Madero, Cárdenas, Zapata—, el nacimiento y renacimiento de los sindicatos fueron la fuerza del priismo: Ferrocarriles Nacionales, el sector agrario, trabajadores de Recursos Hidráulicos, de la Comisión Federal de Electricidad, el magisterio (SNTE), Obras Públicas, etc. Millones de mexicanos con los mejores sueldos y prestaciones en los tiempos del PRI pasaron a la historia. Millones con derecho a vivienda en el Infonavit lograban tenerla; millones afiliados al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) mantenían sus derechos. En todas estas instituciones se movía el PRI.
Hoy, incluso, estos trabajadores mantienen sus salarios; otros ya fallecieron y dejaron de herencia a sus familias sus casas en Infonavit y sus derechos al IMSS. Dentro de esta política revolucionaria, se logró en el país una relativa estabilidad y un arrastre permanente del PRI en las elecciones nacionales y regionales; fueron los tiempos de la “Dictadura Perfecta”, de acuerdo con la perspectiva del escritor peruano Mario Vargas Llosa.
Me parece increíble que Alejandro Moreno Cárdenas, el actual presidente del PRI, desconozca esta realidad o la ignore. Si la ignora, es aún más grave el problema; su ignorancia lleva al priismo a la destrucción inevitable. Alejandro Moreno está obligado a rescatar lo poco que queda del PRI. Los derechohabientes del SNTE, CFE, Recursos Hidráulicos, IMSS, CTM, Ferrocarriles Nacionales, etc. ya han fallecido, pero los que aún quedan, siendo adultos mayores, con un sueldo nada despreciable para aquellos tiempos y considerando que, sin duda, han sido favorecidos con los apoyos económicos de la política de Obrador, la lealtad al PRI podría permanecer por el simple entendimiento de esta realidad. Por ejemplo, ser trabajador del IMSS o de Ferrocarriles mayor de setenta años podría llevar a ser fiel al priismo, y de ser esto posible, sería lo único que le queda al PRI “institucional”.
Rescatar al PRI por medio de la juventud es un sueño imposible. Ningún joven hoy tiene interés en el fanatismo en los partidos políticos y, por otra parte, ha sido influenciado por las políticas económicas de Obrador. No hay otra opción. Si Alejandro Moreno no entiende este hecho, su partido sin duda va al precipicio.
Una realidad importante es que los liderazgos añejos del PRI aún existen y reclaman al actual presidente su espacio y ser parte de una campaña que favorezca al tricolor. Alejandro Moreno es la única posibilidad que le queda para medio rescatar a su partido. Los experimentados y diestros en el discurso liderazgos del PRI del pasado deben permanecer. El intento de Alejandro Moreno de reelegirse como presidente del partido es, con todo respeto, una estupidez.
Por otra parte, es muy grave que el actual dirigente del partido, con un discurso incluso maniqueo, rebasa con creces el discurso de Obrador contra el pasado priista, lo que resulta en una aberración inconcebible. Ahora resulta que es intrascendental la lucha de Madero contra la no reelección, y por tanto, se ha convertido en basura. Lo que incluso Claudia Sheinbaum busca, de acuerdo con sus palabras, es terminar con esta nueva modalidad de los “morenitos” de reelegirse en el puesto, que naturalmente he elogiado. Madero forma parte sustancial de la 4T de Obrador. Reelegirse como lo intenta Alejandro Moreno es ceguera total y, repito, una estupidez inconcebible.
Ya en otros envíos me he referido a la reelección de los políticos de Morena, considerando como agresión a los mismos principios de Madero, el líder máximo de Obrador en torno a la no reelección. Es a la vez destruir la 4T dejando en solo tres: primera, segunda, tercera T. ¿Y Obrador por qué enmudece? Morenitos y ahora el líder del PRI caminan “del brazo y por la calle”: dos adversarios traicionando los principios de la 4T. Lo más importante es que los morenitos, con todo el poder, traicionan lo que sea por seguir mamando de la leche del borrego. ¿Y el aturdimiento de Moreno Cárdenas al intentar reelegirse cómo calificarlo? Como una estupidez, sin más. No encuentro otro adjetivo mejor.
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