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Por el derecho a la libertad de expresión

De manera contundente y ahora sí enfrentados ante la ciudadanía estadounidense, John Biden y Donald Trump tuvieron el primer debate ayer.

José Roberto  Vázquez

De manera contundente y ahora sí enfrentados ante la ciudadanía estadounidense, John Biden y Donald Trump tuvieron el primer debate ayer. Acostumbrado a estar siempre enfrente de las cámaras, para Trump fue un ejercicio que diariamente despliega en su país. No dejó de ser el sujeto mentiroso, arbitrario, molesto, discriminador y envalentonado, que arremete contra todo lo que quiere, diciendo barbaridades y expresando repudio y falsedades. No se puede negar que tiene una gran cantidad de personas que lo apoyan, especialmente cuando ataca a los migrantes, señalandolos como violadores sexuales, drogadictos, terroristas y otros adjetivos similares por lo ofensivos. Un simple ejercicio de auscultación puede, en cualquier momento, comprobar sus falsedades. Los hispanos igual que los afroamericanos, forman parte del poderoso brazo de los trabajadores, que cumplen sus tareas y tienen una alta demanda para que se integren a los trabajos formales, donde dan un alto rendimiento. La actitud altanera y los señalamientos falsos y a todas luces discriminatorios, son producto de la corrupción que también en los Estados Unidos existe. Si no, cómo explican la serie de fraudes al fisco que cometió Trump, mintiendo y alterando las declaraciones de impuestos, para tener más beneficios y poder utilizar recursos financieros de manera ilegal, por lo cual tiene pendiente un juicio penal. Por cierto, si pierde las elecciones presidenciales no va a reconocer su derrota. Él mismo así lo ha manifestado.

Por su parte John Biden, durante el debate se mostró poco agresivo y hubo momentos en que fue siguiendo el ritmo de la discusión, conforme se iba presentando. No fue promotor del debate y dejó espacios sin atacar o responder. Su voz se escuchaba débil, y en ocasiones ilegible, hubo un momento en que pensé que se iba a perder por haber olvidado de qué estaba hablando. Sin embargo, tuvo una participación buena pues le hizo señalamientos claros y verdaderos a su contrincante, cuando le recordó que tenía procesos judiciales en marcha, cuando le refrescó las relaciones que tuvo con una actriz porno, mientras su esposa estaba en labor de parto. También acusó a Trump por haber separado a las familias de migrantes, quitándoles los niños y poniéndolos en jaulas, como si fue ran animales. Creo que Biden pudo haber sido más agresivo, recordándole a Trump cuántas veces aseguró que México iba a ser quien pagara la construcción del muro, cosa que no fue cierta.

ALGO MÁS

La semana pasada el Frontera no circuló en Tecate, como regularmente sucede. Yo lo busqué en al menos ocho comercios pero no llegó. Curiósamente, mi artículo trataba asuntos relacionados con Román Cota, alcalde electo y con María Teresa Méndez Vélez, diputada electa. Al primero le recordaba que, en un debate le reclamaron que puso, de manera indebida, unos paneles solares en su casa, que fueron comprados con recursos financieros gubernamentales. Dijo entonces, que los iba a regresar, pero ese fue un acto ilegal. Si una persona comete un delito, conscientemente, nos indica que tiene unapropensión a la delincuencia y que seguirá reproduciendo esa conducta delincuencial. En otras palabras, Román Cota seguirá apropiándose de recursos financieros, cuando lo considere prudente y necesario. No es una persona en quien se pueda confiar.

Por su parte, María Teresa Méndez Vélez traicionó a la ciudadanía tecatense, al no haberle dado seguimiento a la demanda penal que ella firmó, en contra del exalcalde César Moreno González de Castilla, siendo la Síndico Procurador de nuestra ciudad. Simplemente cerró los ojos o miró hacia otros lados, reforzando la impunidad y el privilegio de los corruptos. César Moreno y su familia podrán, con toda confianza y con el apoyo de los funcionarios que lo respaldaron, seguir disfrutando de los beneficios que les da el enriquecimiento ilícito.

Esta fue la situación de Frontera la semana pasada en Tecate. Si cada vez que se elaboren artículos críticos y con señalamientos graves contra funcionarios públicos, el periódico no aparecerá, entonces seestará violando el derecho a la libertad de expresión. Estaremos dando pasos hacia atrás de manera vergonzosa. Vale.

* El autor es licenciado en Economía con Maestría en Asuntos Internacionales por la UABC.

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