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Antagonismo

Tal y como el aceite se repele con el agua; el PAN y el PRI se rechazan.

Miguel Ángel Lino

Tal y como el aceite se repele con el agua; el PAN y el PRI se rechazan. Más que partidos políticos rivales son entidades enteramente antagónicas. Organismos que ilusamente se coaligaron para perder estrepitosamente frente a MORENA.

Así como en lingüística establecemos como antónimos lo negro de lo blanco o lo justo de lo injusto; en política hay ideologías completamente dispares. Es más que sabido que el PAN representa a una derecha alzada, conservadora y elitista; mientras que el PRI es nacionalista de centro izquierda. La iniciativa privada capitalista y de libre empresa antagónica de un populismo asalariado, populachero y huelguista.

Para hacerle mella al mañanero López Obrador lo tenían que haber enfrentado cada partido desde su identidad y doctrina: partiendo de la derecha panista como desde la moderada izquierda priista. ¿Lo derrotarían? Quizá no; pero -por lo menos- le hubieran ofrecido a los electores opciones más definidas que la amorfa coalición de partidos despersonalizados. Por ello, de seguro muchos votaron por el malo conocido que por el disforme “PRIAN”, insensato amarradijo PAN-PRI con un PRD en vías de extinción.

Pues ahora, “ya se rompió la taza y cada partido para su casa”. Al PAN y al PRI les urge redefinirse desligándose de su antónimo para volver a su anatomía políticamente independiente. Sin barullos ni reclamos para aglutinar de nuevo a los partidarios confundidos, porque es una verdad incuestionable que no hay quien ni remotamente se sienta “prianista”.

LA PALABRA DE HOY: ANTAGONISMO

En el diccionario de la RAE se lee: “Sustantivo masculino que significa contrariedad u oposición sustancial o habitual especialmente en doctrinas y opiniones”. Y, como sinónimos se señalan: rivalidad, discrepancia, disconformidad, incompatibilidad, disparidad, enemistad...

DE MI LIBRERO: EL PAÍS DE UN SOLO HOMBRE

Abogado por la UNAM, Alfonso Zárate ha sido director general de Información y Análisis de la Presidencia de la República, asesor del Secretario de Relaciones Exteriores y asesor del subsecretario de Gobernación; ha escrito un gran número de artículos, ensayos y libros con pleno dominio del tema: el ejercicio del poder desde la presidencia de la República.

Por ello, “El país de un solo hombre” es un certero tratado escrito cuando apenas habían transcurrido dos años de “La cuarta transformación”, vaticinando una crisis sin precedente por la expansión de las bandas criminales por todo el territorio nacional, la fuga incontenible de la inversión extranjera, la pérdida de empleos, el cierre de negocios, la deficiente educación y la mermada salud pública; así como la persecución sistemática desde Palacio Nacional de quienes lo critican públicamente, bajo la consigna “si no están conmigo están contra mí”.

Cultivando devoción a través de asistencialismo y divulgando que “¡En la pobreza sí se puede ser feliz!”, sometiendo a los otros poderes al dominio del ejecutivo, vulnerando los órganos autónomos, acallando a los medios, Alfonso Zárate describe con gran precisión en “El país de un solo hombre” que desde el gobierno de Andrés Manuel López Obrador se fustigan democracia y libertad propiciando divisionismo y severo antagonismo.

*- El autor es profesor de Redacción Creativa en Cetys Universidad.

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