Hasta la M

Vestida con diversos ropajes, con nueve candidatos que no logran aún atraer la atención de un electorado ávido de conocer no solo sus propuestas, sino también de qué están hechos cada uno de los y las candidatas. Así se vive una elección que por ser las más grande en la historia, se esperaba con mayor competitividad en Baja California.

Una aspirante que despacha como alcaldesa por la mañana y en la tarde busca reelegirse, como es el caso de la morenista, Norma Bustamante.

En otra esquina aparece el candidato opositor hasta este momento más consolidado como es el abanderado panista, Francisco Fiorentini, que con su lenguaje florido y decir que se va a dar hasta en la M ha buscado que voltee el electorado hacia él.

Le falta, sin embargo, el estirón que nos permita visualizar una clara plataforma, y sus posicionamientos concretos.

Que no vaya del tingo al tango.

Con el riesgo de desorientar al voto duro panista, que hasta hace muy poco era más bien conservador y alejado de las estridencias.

En otra parte de este triángulo aparece la petista y exalcaldesa por siete meses en Mexicali, en aquel entonces por Morena, Lupita Mora, quien busca a través de un incipiente enfrentamiento poder decirle a los ciudadanos que ella trae una condición diferente a los dos anteriores. Pero aún careciendo de un posicionamiento contundente en cuanto a sus políticas públicas o estandartes que le permitan diferenciarse del resto de los opositores.

Luego aparecen otros aspirantes que mandan agendas pero aún no logran atraer la atención con acciones directas.

Y hay quienes definitivamente son invisibles como el aspirante de Movimiento Ciudadano, Miguel Alejandro Delgado.

Así en este escenario, a 30 días de la jornada electoral, en Baja California se ve un ambiente de confianza entre los aspirantes de Morena, reforzado por los resultados de diferentes empresas encuestadoras, sobre todo de algunos medios informativos nacionales que le dan amplia ventaja a los abanderados locales del partido guinda.

Eso les da un oxígeno que los puede llevar al conformismo y quizá hasta la inacción.

Pero hay una oposición que no está dispuesta a rendirse faltando aún casi un mes para concluir las campañas.

Tienen una esperanza combinada con optimismo, pensando en una posible remontada.

En un evento extraordinario que marque un viraje impresionante que permita dar un golpe de timón en la campaña.

Y es que Morena con o sin aliados ha ganado todo en las últimas tres elecciones en la entidad y aseguran que van por el cuarto “carro completo”.

En Mexicali, la confianza de Norma Bustamante, es evidente, al grado de que solo hace campaña por las tardes.

Posicionando con comunicados sus compromisos y seguimiento a los programas públicos que ha realizado en sus más de dos años al frente de la comuna y, que según sus mediciones, han sido bien recibidos por la comunidad.

Sus asesores le aseguran que están 3 a 1 en las encuestas frente a su más cercano rival que es Francisco Fiorentini del PAN.

Por su parte el ex presidente de Coparmex Mexicali es quien trae la agenda más agresiva por aquello de su lema “Me voy a romper la madre en esta campaña”.

Fiorentini sabe que el tiempo está pasando y le urge consolidarse ya como el opositor real de Bustamante entre los 8 que compiten contra ella y la estructura política que representa, para en la última etapa de la contienda posicionarse en sus propuestas.

Es el único en este momento que ha podido lanzar cuestionamientos con eco en el Palacio Municipal.

De los demás competidores, podemos decir que hicieron poco ruido en estas primeras semanas.

La disputa, en este momento, es por el segundo lugar, quién puede colocar más regidores y diputados de representación proporcional para convertirse en una fuerza política con la que se tenga que negociar.

La verdad sea dicha.

*- La autora es directora del portal MF Noticias Mexicali.