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El cielo, infierno y purgatorio son decisiones propias

Las mujeres en 1860 usaban vestidos amplios y voluminosos, lograban esa amplitud con el miriñaque.

Las mujeres en 1860 usaban vestidos amplios y voluminosos, lograban esa amplitud con el miriñaque, una estructura formada por aros de acero, similar a una jaula, que creaba un espacio bajo la tela y producía volumen sobre las faldas.

Las damas de esa época eran una especie de deidades que flotaban sobre una estructura cónica que las hacía sentir hermosas.

Justo en ese tiempo, cuando aún no se extendía la iluminación eléctrica en las calles y las casas. En ese tiempo, bajo la luz de la velas, un puñado de hombres, escribieron el Código Howell, un documento de casi 500 páginas de disposiciones legales adoptado por la primera asamblea legislativa del territorio de Arizona.

En la página 54 de ese antiguo documento, hay un código que sentencia con castigo a cualquiera que tenga la intención de provocar el aborto espontáneo de cualquier mujer que esté encinta.

Esa idea añeja sirvió para desenterrar una ley de 1864 de la época de la Guerra Civil y prohibir el aborto en su totalidad para las mujeres en Arizona en 2024.

Pero la pregunta es ¿cómo se logró revivir una prohibición casi total del aborto en Arizona que se promulgó antes de que las mujeres tuvieran derecho a votar y antes de que Arizona se convirtiera en estado en 1912?

En un tiempo donde apenas se abolía la esclavitud en Estados Unidos, la que sepultó la trata de atlántica de esclavos y se vivía la Guerra Civil estadounidense entre la confederación del sur y los estados del norte encarnizadamente.

Uno se pregunta, cómo unos jueces republicanos en 2024, que interactúan hoy en día con la inteligencia artificial, sustentan su fallo en una ley que se gestaba en el territorio de Arizona cuando ni siquiera era estado.

El fallo de la Corte Suprema de Estados Unidos que anuló Roe v. Wade en 2022 desencadenó luchas estatales en todo el país, como la de Arizona, sobre el acceso a la atención médica del aborto.

El fallo de la Corte Suprema de Arizona llevado a cabo la semana pasada que penaliza el aborto desde la concepción, se basó en gran parte en ley escrita en 1864 promulgada antes de que las mujeres pudieran votar.

La prohibición de siglos pasados no hizo excepcionespara que las mujeres que habían sido violadas o las personas que habían sido víctimas de incesto pudieran abortar en Arizona.

La falta de orientación médica clara provocó una respuesta escalofriante de quienes temían los abusos contralos derechos humanos y la salud que se producirían cuando los médicos y enfermeras sopesaran la prisión contrael riesgo de poner en peligro la vida de una madre.

En Arizona, cuando la ley entre en vigor, se esperaen 60 días, mujeres, médicos, enfermeros, amigos, estánen riesgo de ser encarcelados por rozar el umbral de unaborto espontaneo o dar servicio medico a una mujer enes esas circunstancias.

Verdaderamente un tema profundo, donde las ideologías del ser humano imponen su sello.

En lo personal, el cielo, el purgatorio, y el infierno, sondecisiones propias.

* La autora es periodista independiente para medios internacionales.