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Baja California, estado violento

Las notas periodísticas en Baja California nos hablan de hechos violentos con saldo de personas fallecidas.

Las notas periodísticas en Baja California nos hablan de hechos violentos con saldo de personas fallecidas, desaparecidas, maltratadas, discriminadas y por otro lado un gobierno que presume que ha reducido los homicidios violentos en ridículos porcentajes, pero no ha encontrado a los desaparecidos.

Es terrible para las familias de los desaparecidos la falta de apoyo, sobre todo a estos grupos de búsqueda que en su mayoría están integrados por mujeres quienes por cierto, una gran parte están tratando de encontrar los restos de sus hijos o hermanos.

Los homicidios siguen cegando vidas con futuro, o sea jóvenes y la gobernadora, Marina del Pilar Ávila Olmeda no ha logrado la paz en el estado que gobierna y queda la esperanza de familiares de asesinados o desaparecidos que se haga justicia, pero lo único que han encontrado más fosas clandestinas y de ello no habla Marina del Pilar.

Y en Tecate, ese pueblo Mágico, asesinaron a la activista Ángela Meraz León, conocida como “Angelita”, presidenta del colectivo “Unión y Fuerza por Nuestros Desaparecidos”, quien había denunciado amenazas en su contra, pero la Fiscalía le dijo que como no había un hecho en su contra no podían hacer nada, según señaló otra madre buscadora de Tecate.

De Marina no he escuchado una declaración sobre este homicidio, pero si habló este viernes el presidente Andrés Manuel López Obrador en su “Mañanera”: “En el caso del asesinato de esta compañera, nos preocupó y nos llevó a hacer la investigación sonbre lo sucedido. Ella tenía protección de las autoridades locales, ya había manifestado amenazas”.

Reconoció el propio López Obrador que había amenazas en su contra y según él tenía protección local, si esto hubiera sido cierto señor presidente no la hubieran asesinado en su lugar de trabajo.

Incluso, López Obrador aseguró que ya se tenía identificado al presunto responsable: “Incluso hizo una solicitud al gobierno federal, se le contestó que sí, no respondió luego las autoridades locales se hicieron cargo, tenemos todo y ya se tiene identificado al presunto responsable”.

En nuestro país los grupos de buscadoras tienen que pedir a los cárteles que les permitan buscar a sus familiares. Hemos visto cómo han matado a mujeres buscadoras en diferentes estados del país y por supuesto que las sobrevivientes seguirán buscando a los suyos, aun con las amenazas de muerte.

Precisamente escuché una declaración de Cecilia Flores, fundadora del colectivo “Madres Buscadoras de Sonora”, publicado este viernes por Latinus: “Esta petición a los Cárteles pedirles piedad por las madres que nos estén matando porque nuestro único pecado es amar a nuestros desaparecidos, suplicamos piedad para que nos dejen buscar a nuestros hijos, a nuestros desaparecidos porque es nuestro único objetivo, no buscamos culpables, no buscamos justicia… …Cárteles respeten la vida de las madres buscadoras”. Estas palabras no las escucha Andrés Manuel López Obrador, ni el gobernador de Sonora, Alfonso Durazo Montaño, ni la gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila Olmeda.

Mientras en el Congreso de Baja California no le dan seguimiento a la Ley de Desaparecidos y en el Gobierno de Baja California no nombran al titular de la dependencia encargada de apoyar a estos grupos de búsqueda. ¿Y la Guardia Nacional? Están en sus cuarteles.

* El autor es Periodista independiente.