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No a la guerra

Lo expreso como persona, porque no lleva a nada bueno el conflicto, pero también por mi vínculo con empresas exportadoras.

Lo expreso como persona, porque no lleva a nada bueno el conflicto, pero también por mi vínculo con empresas exportadoras.

Se ha advertido que los costos de producción se verán afectados por el incremento del costo del gas (algunos dicen un 10%, otros 15 y algunos hasta más de 25%) por el conflicto entre Rusia y Ucrania. Sea el número que sea, eso afecta no sólo a los ciudadanos por su consumo en casa, también a las empresas por usarlo o por adquirir partes y componentes con una buena carga de insumos energéticos.

Al aumento en el gas se suma al de la gasolina y también a porque antes de la guerra ya había sufrido el sector manufacturero un aumento en costos al productor de 10%, aumentos en el 2021 por las presiones inflacionarias por la reactivación postcovid y los desabastos por los desajustes en las cadenas globales de suministro.

Aunque pienso que no todo será por el aumento de precios. Podemos estar ante un potencial cuello de botella en infraestructura, posiblemente en Mexicali, pero igualmente en el resto de la frontera con Estados Unidos. Pienso que puede suceder si los precios siguen subiendo, no sólo de gas, gasolina y otros energéticos; puede ser que se ajusten los de otros insumos que al ser trasladados a la frontera para llegar al irán acumulando aumentos en sus respectivos costos de logística, transporte, inventarios, por ejemplo. Un potencial cuello de botella fronterizo porque si en el interior del país llega a ser elevado el aumento general en costos para producir bajo el modelo IMMEX, entonces los corporativos revisarán como estrategia el ubicarse aquí en Baja California o en Reynosa, Matamoros o Piedras Negras, por ejemplo.

Eso podría saturar la infraestructura de naves industriales y, piénsenlo bien, amigos lectores, el que se pudiera generar una escasez de empleos que además deberían ser cubiertos de forma directa y no por subcontratación; lamentablemente esa modalidad de contratación se ha dificultado, aunque pudiera ser una salida si no se extiende la alerta de producción y exportación por el conflicto entre Rusia y Ucrania

También puede suceder que ahora sí se tenga un boom por nearshoring, ya que empresas asiáticas y europeas pudieran pensar en relocalizarse y producir aquí en México, para así evitar más aumentos en insumos, seguridad en el traslado de partes y componentes, reducir la incertidumbre en el tiempo de traslado por barco o avión desde una zona cercana al conflicto, son estos algunos factores para revisar.

Aumentos en precios, está bien, ya lo tomamos en cuenta, como también posibles escasez de partes y componentes. Pero otras cosas debemos estar analizando en el sector IMMEX de Mexicali a través de la asociación y creó a nivel nacional por el respectivo Consejo. Me refiero a las modificaciones en nuestras ventas y pedidos desde los corporativos, por cautela en consumidores tanto del otro lado de la frontera como en países en los que colocamos productos. Pienso rápidamente en teléfonos celulares como uno de los posibles artículos afectados, o partes automotrices sea para armadoras finales o para refacciones y repuestos; también productos agroindustriales y del plástico, por la dependencia que tienen de fertilizantes y petroquímicos

Lo que comento hasta aquí, seguramente es contrario a lo que muchos de los funcionarios federales dicen sobre no hay que generar alarmas de ningún tipo y que el ciclo de la recuperación económica de México no se ha agotado a pesar de que hay una desaceleración. Bueno, no llamaré como alarma lo que mencioné, pero si como alertas, como semáforos en naranja que pueden pasar a rojo en poco tiempo.

Para terminar, está cambiando el escenario de las finanzas públicas, pues seguir subsidiando los precios de las gasolinas hará que se desatiendan los servicios de salud, las medidas para que mejore la seguridad ciudadana y el manejo de las finanzas públicas. Los semáforos, en estos casos, cambiarán más rápido de color, aunque se nos quieran decir otros datos.

*- El autor es Consejero Nacional de Index, además de Director de Recursos Humanos para LatinAmérica en Newell Brands.

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