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Legislar ociosidades

Esta semana, la Diputada Local Araceli Geraldo, presentó una iniciativa que busca reformar el artículo 26 de la Ley del Régimen Municipal de la Entidad.

“La ociosidad, como el moho,

desgasta mucho más rápidamente que el trabajo.”

BENJAMIN FRANKLIN

Esta semana, la Diputada Local Araceli Geraldo, presentó una iniciativa que busca reformar el artículo 26 de la Ley del Régimen Municipal de la Entidad, a fin de crear un nuevo municipio que atienda a los habitantes de la Zona Este de Tijuana.

La diputada argumenta que se trata de una zona, como es cierto, de mayor crecimiento de la Ciudad y que requiere gran cantidad de recursos para hacer frente a la problemática que enfrenta, sin embargo, la solución no es dividir a la Ciudad, crear mas burocracia, mas regidores, mas gasto que no se traduce en mayor eficiencia.

Si crear mas municipios fuera la solución, el estado de Oaxaca sería la entidad con mayor desarrollo, pues tiene la friolera de 570, o qué decir de Puebla que cuenta con 270, de los cuales la mayoría son muy pobres.

La solución no es dividir, es ver como se consiguen más recursos para la seguridad pública, el desarrollo de infraestructura, el ordenamiento territorial, pero sobre todo, para el cumplimiento cabal de la ley, evitando las invasiones, el comercio informal, etc.

En los Estados Unidos existe el concepto del “accountability”, que se puede traducir como la corresponsabilidad entre el servidor público y los gobernados, obligándole a responder frente a ellos por las malas decisiones que toma. Esto debería existir con nuestros legisladores y sancionarlos por las ociosidades legislativas en función de las afectaciones que le causan a la sociedad.

Resulta de tal trascendencia la actividad legislativa que no puede quedar solo en sus manos, por lo que tiene que haber esa auténtica corresponsabilidad de nuestros representantes populares, además de los candados que les impidan modificar leyes a su antojo, sin tomar en cuenta las consultas pertinentes y bien documentadas que avalen la necesidad de dichas adecuaciones jurídicas, pues de lo contrario podríamos caer en el juego de que un diputado de determinado partido legaliza el aborto y a la siguiente legislatura lo despenaliza o en un periodo de sesiones se grava el IVA en alimentos y en el siguiente se elimina su gravamen.

México no puede estar a merced de caprichos o de corazonadas legislativas, es necesario que estos cuerpos colegiados se profesionalicen y que sus propuestas legislativas no sean meras ocurrencias, sino la respuesta a reclamos populares. Suena difícil de lograr, pero tenemos que pugnar para que se logre, pues solo así se irá revalorando la pobre imagen que de ellos tenemos los ciudadanos.

Los servidores públicos tienen responsabilidades enormes en el manejo de los asuntos públicos, ya que sus acciones pueden afectar directamente el bienestar social y los resultados de la gestión del gobierno. El comportamiento ético de los servidores públicos es una condición necesaria para un buen gobierno.

Evitemos los ciudadanos que nuestros representantes populares, legislen ociosamente o establezcan reformas para atar las manos a sus oponentes políticos, a costa de toda una comunidad. Si esta propuesta realmente es viable como lo menciona la diputada, escuchemos la opinión de todos los sectores sociales, sin politizar, pero evitando legislar por corazonadas.

*- El autor es asesor empresarial en cabildeo.

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