La participación ciudadana en el banco de los acusados
El próximo domingo 1 de agosto, el Instituto Nacional Electoral (INE) llevará a cabo una consulta popular, en el marco de la Ley de Participación Ciudadana.
El próximo domingo 1 de agosto, el Instituto Nacional Electoral (INE) llevará a cabo una consulta popular, en el marco de la Ley de Participación Ciudadana, y otras legislaciones aplicables, que popularmente se ha dado por conocer como la consulta para el enjuiciamiento a ex presidentes, pero que, luego del análisis de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) la pregunta para la consulta terminó convirtiéndose en una frase confusa y que no vincula directamente a los ex mandatarios de la nación mexicana.
“¿Estás de acuerdo o no en que se lleven a cabo las acciones pertinentes con apego al marco constitucional y legal, para emprender un proceso de esclarecimiento de las decisiones políticas tomadas en los años pasados por los actores políticos, encaminado a garantizar la justicia y los derechos de las posibles víctimas?”. Es lo que se le preguntará a las y los electorales de Baja California y de todo el país. La pregunta ha sido criticada por muchos y ha puesto en duda a la consulta misma.
Los seguidores de la Cuarta Transformación califican la consulta como un genuino ejercicio de justicia tras décadas de injusticias en lo que llaman el periodo neoliberal, mientras que sus detractores lo ven como una ridiculez, argumentando que si el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, o el fiscal general de la república, Alejandro Gertz Manero, cuentan con elementos para juzgar abran las carpetas correspondientes sin tener la necesidad de someterlo a consulta.
Mientras la polarización continúa siendo la verdadera protagonista de la vida política mexicana, en Baja California la maquinaria de la consulta ya está caminando, a lo largo de este jueves 15 de julio las instituciones públicas dieron a conocer que ingresan al periodo conocido como “veda electoral”, y días atrás las autoridades estatales revelaron que se instalarán mil 758 mesas receptoras de la consulta popular en Tijuana y Mexicali, tomando en cuenta datos emitidos por el propio INE.
Son pocos los que conocen todos estos datos, y, según la Ley, el resultado de la consulta será vinculante únicamente si participa el 40 por ciento del listado nominal del país, equivale a 37 millones 411 mil 389 ciudadanos inscritos ante el INE, por lo que los expertos ven poco probable que la participación realmente dé para llegar a esos números, aumentando el hilo argumental que señala que se trata de un mero acto del presidente para llamar la atención y reforzando el apoyo de sus millones de seguridades, que ante las tormentas políticas se mantienen firmes en el barco de la Cuarta Transformación, vestidos total y completamente de guinda.
La situación de la consulta, independientemente de si estamos a favor o no de las decisiones de López Obrador, nos obliga a preguntarnos por qué en el pasado no se realizaban las consultas populares, y la importancia de que en una democracia en desarrollo como la mexicana las personas voten por lo que consideran relevante. Más allá de la animadversión contra el llamado PRIAN o contra la 4T, no hay que dejar de destacar que ciudadanos en las urnas es la única manera de restarle poder al poder y redirigir el destino de éste, haciendo valer una autentica voz ciudadana.
Eso a pesar de que la pregunta que se hace al pueblo sea confusa, y alrededor del ciudadano y su boleta haya gritos antagónicos que pretenden confundir a quien ejerce su derecho a decidir sobre el futuro o sobre la manera en que percibimos el pasado.
*- El autor es periodista con 25 años de carrera, ha encabezado noticieros en la televisión internacional; ganó el premio Nacional de Periodismo y ha sido académico, además dirige la página www.alfredoalvarez.mx.
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