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Cuando las “leyes” quedan a discrecionalidad de la sombra racista de Donald Trump

Cuando la ley se quiebra y el sistema de derecho queda a discrecionalidad de personas sin preparación, carentes de convicciones y faltos de humanidad, el mundo debe temblar. 

Cuando la ley se quiebra y el sistema de derecho queda a discrecionalidad de personas sin preparación, carentes de convicciones y faltos de humanidad, el mundo debe temblar. Igual yo tiemblo y me estremezco cada que escribo sobre estas aberrantes acciones, que deben de ser exhibidas, con la esperanza que nunca más se vuelvan a repetir.

Esperanzas, que en estos tiempos de odio y división, debido a las políticas impuestas por Donald Trump contra los inmigrantes en Estados Unidos, se vuelven una utopía.

Deja les cuento, resulta que los casos de migrantes vulnerables que son rechazados al solicitar una excepción humanitaria por su condición especial, presentan un alarmante aumento. Recientemente funcionarios de Aduanas y Protección Fronteriza negaron el ingreso de cuatro niños discapacitados después de los múltiples intentos del abogado de las familias para lograr su ingreso en el puerto fronterizo en Brownsville, Texas.

Conversando con activistas y líderes de organizaciones pro inmigrantes me explican, con suma preocupación, que no es para menos, que la nueva regla impuesta por Trump, conocida como MPP (Protocolo de Protección al Migrante) está creando un “muro legal” y una ley de rechazo a los inmigrantes con condiciones especiales, quienes no se les permite la entrada a Estados Unidos por humanidad.

Cuando el defensor de los refugiados Thomas Cartwright se presentó en el mismo puerto de entrada en Matamoros, junto a tres familias migrantes, con menores discapacitados, uno con una lesión cerebral, y se les rechazó tres veces la entrada por parte de los agentes fronterizos, se percató que el estado de derecho en Estados Unidos estaba roto.

No solo este activista se ha topado con este nuevo muro “legal” que queda a discreción de agentes improvisados en turno en las garitas fronterizas. Personajes que ostentan el cargo de funcionarios de aduanas, pero que carecen de conocimiento legal, sin capacitación y que actúan bajo la sombra del poder que les confiere el nuevo gobierno que basa su política en el racismo contra los migrantes.

Charlene D'Cruz, una abogada de derechos fronterizos de la organización Lawyers for Good Government que trabaja arduamente en pro de los inmigrantes, presentó a tres familias con niños discapacitados dos veces en el puente fronterizo, donde también se les negó la entrada a Estados Unidos.

De acuerdo a la normatividad se debe aplicar excepciones humanitarias para casos de este tipo y, aunque el médico y el abogado estaban presentes con toda la documentación requerida, la respuesta en los tres casos fue negaba sin ninguna explicación.

Platicando con Camilo Pérez Bustillo, jurista y ex director del Instituto Fronterizo Esperanza en El Paso (Texas) me explicó que se han implementado cambios “adversos” y “regresiones” en materia legal para los inmigrantes en condiciones de asilo o vulnerabilidad.

Con estas acciones, todo apunta a que las normas en las excepciones humanitarias que son legales para los inmigrantes en riesgo, se están improvisando y las decisiones de las autoridades migratorias están basadas en el capricho, la arbitrariedad y la ruptura del estado de derecho.

Triste realidad, que me hace temblar y que debería de cimbrar la conciencia de muchos.



*La autora es corresponsal de la Agencia Internacional de Noticias EFE en Arizona, Nuevo México y Texas.

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