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Infraestructura nacional

Los Aqueménidas (Persas), los Griegos y los Romanos desarrollaron una ingeniería de caminos que les permitió construir una red tan extensa que unía a todos los territorios conquistados. Estos caminos o calzadas eran lo suficientemente amplias y sólidas como para dar cabida y soporte al peso de los carros, como así lo atestigua el repetido uso por parte de las fuentes griegas del término odos amaxitos, “camino de carro”, del mismo modo, se puede afirmar, que esta red vial fue todo un logro de la ingeniería, puesto que durante su recorrido se atravesaron montañas, ríos, bosques y desiertos. Durante el siglo II D.C, su momento de mayor gloria, el ejército imperial romano era una fuerza formidable. Había conquistado gran parte del mundo conocido, desde Escocia hasta las orillas del Éufrates, en Mesopotamia (actual Irak). El ejército construía puentes, túneles, fortalezas, canales, acueductos, mercados y baños, pero su mayor logro fue la red de caminos imperiales, que llegó a abarcar 88,000 km. La primera calzada romana se construyó en el año 312 A.C y unía Roma con Capua, en el sur; posteriormente se amplió hasta Brindisi, al este. La calzada, conocida como Vía Apia, marcó un hito en la construcción de caminos, con su superficie seca y relativamente lisa, firme y bien drenada. Esta vía compartía con las demás calzadas romanas la característica de ser casi recta, a fin de proporcionar a las tropas que se desplazaban a pie o a caballo una ruta lo más directa posible. Los fenicios (libaneses) fueron los grandes mercaderes que recorrieron por tierra todo el mundo conocido, convirtiéndose en el vehículo de comunicación entre los pueblos de la antigüedad y en el máximo exponente de la navegación y el comercio del mundo conocido en aquel entonces, nunca formaron un estado unificado sino que estuvo integrada por ciudades-estados independientes, las principales fueron Biblos, Sidón y Tiro, Acco y Berito la actual Beiruth y posteriormente Cartago fundada en el año 814 a.C., sobre la costa africana del Mediterráneo occidental por un grupo de nobles fenicios salidos de Tiro, y que luego disputó a los romanos la hegemonía sobre el Mare Nostrum. La historia nos ha enseñado mucho, pero parece que no la queremos aprender de ella, lo anterior viene al tema porque el gobierno federal aun no ha anunciado la inversión en la construcción de carreteras, puertos y ferrocarriles. Solo tres proyectos están en la agenda nacional, uno cancelado, el NAIM y el Aeropuerto de Santa Lucia y el tren Maya. ¿Y el mantenimiento a la infraestructura ya construida? Los persas, los griegos y los romanos sabían muy bien que para acceder a los centros de producción agrícola se necesitaban caminos y por supuesto puertos, ya que una vez que alimentaban sus territorios conquistados el excedente lo comerciaban. La velocidad promedio en los ferrocarriles que transportan carga no supera los 60 km/h, existe la necesidad de modernizar los ferrocarriles, ampliar carreteras y puertos, modernizar los aeropuertos del país, todo esto debe contemplarse en el programa nacional de desarrollo, la planeación no es un juego, no se puede implementar la misma a base de ocurrencias o de aprobaciones a mano alzada, con gente que no tiene la menor idea de lo que se le está pidiendo que apruebe. Ya basta de tener detenido el desarrollo del país y echarle la culpa a la corrupción.

*- El autor es ex presidente de la Federación de Colegios de Ingenieros Civiles de la República Mexicana.