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La Verdad Sea Dicha

El buen juez...

Difícil sin lugar a dudas la situación que se ha vivido en las últimas semanas con la falta de pagos a maestros jubilados, a profesores en activo, inclusive a empleados del gobierno central.

En este contexto de vorágine de enfrentamientos de grupos organizados contra las autoridades estatales en reclamo de sus pagos devengado en el transcurso de este año, surge también el malestar porque el conflicto se generó, en fechas tan simbólicas y representativas, trayendo en consecuencia una baja en el circulante económico que como piezas de dominó golpea a todos los sectores.

El sentimiento de enojo que se da en contra de esas autoridades es ejemplar. Y este va más allá, por el ejemplo y responsabilidad que se supondría que los funcionarios estatales deberían tener.

Los servidores públicos deberían cumplir con sus obligaciones, ya que de lo contrario estarán en un escenario endeble a la hora de exigir que hagan lo propio otros sectores, como los empresarios.

La secretaría del Trabajo en el estado informó que el 20 de diciembre se vence el plazo para que se pague el aguinaldo, pues esperemos que el sector público haga lo propio y cumpla también.

El escenario que se ha vivido en los últimos meses ha sido desastroso, por la falta de pago de salarios, golpeando la economía familiar.

El viernes pasado, Octavio Sandoval, presidente del Instituto de la Transparencia en Baja California realizó un inusual exhorto a las autoridades estatales para que de manera urgente informaran a la población en qué se gastaron los recursos que estaban destinados a los pagos de salarios.

Si bien es cierto es un exhorto, que como los llamados a misa se puede o no cumplir, es evidente que se está enviando un mensaje ante la desconfianza que se tiene y sobre todo a la opacidad exhibida en este caso concreto, por parte de las autoridades estatales.

Pero también las manifestaciones han ido creciendo, desde la toma de oficinas públicas, hasta la entrega de información en garitas internacionales y casetas de cobro, que ha hecho visible dicha problemática a nivel nacional.

Lo cierto es que la incertidumbre ha estado presente en cada una de las actividades, que ha dejado al descubierto las acciones de un gobierno que ha pretendiendo explicar el por qué de la falta de recursos para los pagos inmediatos, pero que no ha logrado llegar llegar al corazón de las víctimas que ven mermada su vida familiar.

Cada día vemos cómo decenas de maestros jubilados afectados por la falta de pagos cuentan sus historias, depresivas, por no recibir el dinero que durante años devengaron.

Ya se habló hasta la saciedad de que el Gobierno federal no entregó alrededor de 4 mil millones de pesos en particiones al estado, lo que estaría reflejándose en esta quiebra financiera.

Pero lo que no se logra entender es por qué se comprometieron los recursos destinados a los pagos de salarios, ya no sólo de pensionados, sino de maestros activos.

Por qué no se dejaron de hacer obras, que si bien eran necesarias, no eran urgentes.

Se perdió la brújula entre lo necesario y lo urgente. Por decir lo menos.

La verdad sea dicha.

*La autora es directora del portal MF Noticias Mexicali.

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