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Conciencia Ciudadana

Los migrantes

Nuestra tierra a lo largo de los años, se ha caracterizado en ser una tierra de acogida, próspera, generosa, amable. Hace 45 años lo constaté, al llegar por voluntad de Dios, a esta calurosa pero bendita tierra.

Se dice que más de la mitad de la población, somos migrantes, venidos de otros estados incluso de otros países. Hace poco llegaron cientos de haitianos, pidiendo auxilio político a Estados Unidos; pocos lo han logrado, pero el resto ya establecido, nos han dado una gran lección: En cualquier parte del mundo, se puede salir adelante. Arreglaron sus papeles y se pusieron a trabajar en empresas o como vendedores ambulantes, un verdadero ejemplo para tantos mexicanos que han vivido de extender la mano, no por enfermedad o discapacidad, sino por flojos.

Actualmente nuestro estado está viviendo como nunca, el fenómeno de la migración; han llegado miles de centro americanos, buscando el sueño americano, una mejor vida para ellos y sus familias.

Ante ésta avalancha de personas, se han visto diferentes reacciones. Hay quienes expresan coraje con los gobernantes porque dicen, ofrecen lo que no tenemos: trabajo, prosperidad, ayuda económica, etc., A otros les provocan miedo, por el rumor de que entre ellos, vienen infiltrados delincuentes, drogadictos, gente violenta, ya que muchos entraron a nuestro país a la fuerza. Pero al margen de sentir miedo o coraje, no podemos dejar de visualizar que se trata de personas, hombres, mujeres, niños, con nombre y rostro, que dejaron todo buscando la oportunidad de una vida más digna, que no encontraron en sus países de origen, por la pobreza e injusticia debido a la corrupción de quienes, debiendo velar y trabajar por su pueblo, se han dedicado a servirse de ellos sin el menor escrúpulo. Nosotros ya conocemos esto, el índice de miseria de nuestro pueblo es vergonzante y por la misma causa.Ahora con la llegada de estos migrantes se escucha decir: Con los pobres que tenemos basta. Pero ¿ Qué hemos hecho por ellos? Y éste es el lado positivo que los migrantes nos dejan: Reconocer, traer en nuestra mente a esos hermanos en desgracia, chiapanecos, tarahumaras, oaxaqueños, etc. que padecen en nuestro país, una pobreza extrema y abandono no solo por parte de los gobiernos sino de nosotros a quienes gracias a Dios nada nos falta. Nos hemos preguntado ¿ Qué estamos haciendo para ayudarlos? Los tarahumaras, con climas bajo cero, están prácticamente muriendo de hambre, de frío, de falta de medicamentos.Escuché una noticia que en la sierra tarahumara mujeres desesperadas por el hambre y carencia de recursos, optan por matarse tirándose al abismo con todo y sus hijos . ¿ A alguien le importa?

Ojalá esta coyuntura migratoria nos despierte, nos haga salir de nuestra zona de confort, de nuestro egoísmo para solidarizarnos, pensando que quienes necesitan nuestra compasión y apoyo, al margen de su nacionalidad, son personas con la misma dignidad y derechos que todos nosotros, pero en situaciones terribles y angustiosas. No esperemos que los gobiernos lo hagan, ellos solo los utilizan para subirse al cargo para luego abandonarlos a su suerte. ¡Echémosles la mano!

¡Mujer Mexicana forja tu Patria ¡

* La autora es Consejera Familiar.

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