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De historia y algo más

El sentido común es la capacidad de discernimiento que tiene todo ser humano que le permite tomar decisiones coherentes, basadas en la razón y sus conocimientos; actitud que resulta la mejor y más conveniente tanto para sí mismo como para relacionarse con los demás. Una persona con sentido común es prudente y confiable; se toma su tiempo para reflexionar antes de actuar o hablar y aunque no tenga todos los conocimientos que necesita en determinada circunstancia, puede elegir la decisión más correcta. El sentido común es la interpretación del mundo que todos pueden captar con los sentidos, en la que intervienen distintas funciones psicológicas como la percepción, la memoria, el pensamiento, la deducción, la previsión, el razonamiento, los valores y el juicio. El sentido común es un sentido adicional que nos ayuda a realizar elecciones exitosas para nuestro propio beneficio personal y profesional. Utilizar el sentido común como estilo de comportamiento, conocerse más y contar con la información necesaria sobre el tema que nos ocupa, es lo que una persona necesita para actuar de la mejor manera. A pesar de contar con esta habilidad, la mayoría no utiliza el sentido común y se comporta en forma impulsiva y precipitada, dejándose llevar por sus emociones y sin pensar antes de actuar. Esta situación provocó que nuestro amigo de toda la vida, Don Sentido Común, falleciera. Estuvo entre nosotros durante muchos años. Nadie sabe a ciencia cierta qué edad tenía, los datos sobre su nacimiento hace mucho que se han perdido entre los vericuetos de la vida y la burocracia. Será recordado por haber sabido cultivar lecciones tan valiosas como: Lo ético como principio básico, el orden y la limpieza, la integridad, la puntualidad, la responsabilidad, el deseo de superación, el respeto a las leyes y los reglamentos, el respeto por el derecho de los demás, su amor al trabajo, su esfuerzo por ahorrar y gastar de acuerdo a las necesidades, Don Sentido Común vivió bajo dos simples y eficaces consignas: “No gastes más de lo que ganas” y “Los adultos están a cargo, no los niños”. Don Sentido Común perdió terreno cuando los padres atacaron a los maestros sólo por hacer el trabajo de intentar disciplinar a sus ingobernables hijos, en el que ellos fracasaron; o cuando se confundieron los derechos humanos con no castigar la delincuencia, quitándole autoridad a la justicia y a los funcionarios de orden y seguridad, Don Sentido Común perdió el deseo de vivir cuando los medios de comunicación vendieron su pluma al mejor postor, perdiendo la ética y acallando la verdad; la muerte de Don Sentido Común "fue precedida" por la de sus padres: Verdad y Conciencia, la de su esposa: Prudencia, la de su hija: Responsabilidad y la de su hijo: Raciocinio. Le sobreviven sus 4 hermanastros: sólo reconozco mis derechos, los demás tienen la culpa, el gobierno me tiene jodido y soy una víctima de la sociedad. No hubo mucha gente en su funeral, porque muy pocos se enteraron de que se había ido. Si aún recuerdas a Don Sentido Común, por favor ayuda a que otros lo recuerden. De lo contrario, únete a la mayoría y "no hagas nada y exige todo". Es por esto mismo que los seres humanos se dividen en dos bandos: "Los que aman y construyen” y "los que odian y destruyen". ¿Tú de cuál bando eres?

El autor es ex presidente de la Federación de Colegios de Ingenieros Civiles de la República Mexicana.

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