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Percepción política

Existe una larga fila afuera de las instalaciones del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) en Baja California. Son demasiados aquellos que, desde hace tiempo, levantan la mano suplicando una candidatura para 2019.

No ocurre lo mismo en otros partidos políticos. No muchos quisieran buscar un puesto de elección popular bajo los colores de un partido perdedor. En cambio, hoy que Morena cuenta con una impresionante intención de voto, varios oportunistas buscan subirse al tren que lleva a la victoria.

Mientras en el debilitado PAN, y en el casi inexistente PRI, no se menciona ni un sólo posible candidato. En Morena cada día escuchamos un nombre distinto: Jaime Bonilla, Marco Antonio Blásquez, Jaime Martínez Veloz, Arturo González Cruz, Rigoberto Campos, Modesto Ortega, Miguel Lepe Bravo, David Pérez Tejada, Juan Manuel Molina y un largo etcétera.

Una lista plagada de ex panistas, ex priistas, miembros activos del PRI, que no logran sino generar dudas respecto al partido de Andrés Manuel López Obrador, ¿no hay ciudadanos destacados en Baja California?, ¿no se podrían barajar nombres de mucho mayor prestigio?, ¿encontraremos en la boleta a los mismos candidatos de siempre?

El caso de Marco Antonio Blásquez, ex senador de la República por el Partido del Trabajo, me parece uno de los más interesantes y controversiales. Hace unos días, Blásquez declaró que era militante y fundador de Morena. Además, dijo alguien de “alto nivel” en Morena, que le había dado luz verde para buscar la candidatura a Gobernador de Baja California en 2019.

Rápidamente, la presidenta nacional de Morena, Yeidckol Polevnsky, salió a desmentir lo dicho por Blásquez. Dijo que no es militante de Morena, no es fundador de Morena y que nadie le dio luz verde para buscar la mencionada candidatura.

De igual forma, el presidente del Consejo Político Estatal de Morena, Rafael Figueroa, declaró que Marco Antonio Blásquez estaba en su derecho de buscar una candidatura, siempre y cuando fuera por el Partido del Trabajo, porque en Morena no están interesados.

Es decir, los militantes de Morena, simpatizantes de Morena, aquellos que se jactan de tener una relación de amistad con Andrés Manuel López Obrador, parecen cada vez más ocupados en destruirse entre ellos mismos.

Cuando no tienes competencia. Cuanto tus adversarios parecen estar completamente fuera de la jugada. Naturalmente los conflictos surgen desde adentro. Todos quieren destacar en el nuevo, y esperemos momentáneo por el bien de la democracia, partido hegemónico. Pelean entre ellos, con uñas y dientes, con tal de conseguir un espacio en 2019.

En teoría, el partido político de la cuarta transformación debería mostrar sinergia. Si realmente son tan distintos como pregonan, deberían transmitir armonía.

A pesar de ello, seguro estoy que Morena conseguirá un excelente resultado en los comicios del próximo año. Todos estos conflictos tendrán un efecto retardado. Quizá parezcan no afectar en el corto plazo. Pero más temprano que tarde pagarán las consecuencias.

El autor es abogado y conductor de televisión.

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