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Punto de inflexión

Tiene razón AMLO

"Las palabras, es bien sabido, son las grandes enemigas de la realidad"

Conrad

Hace unas cuantas semanas, con motivo del sexto y último Informe de Gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador declaró: "Recibiré de EPN un país más fuerte que el de hace seis años. Sin crisis financiera, social ni política". Y añadió: "No quiero juzgar a nadie, veo para adelante. Lo que creo es que necesitamos unirnos todos, no pelearnos".

Y cómo no habría de tener razón AMLO si los datos duros, los reales, no mienten...

A continuación tan solo algunos de los muchos que hay: crecimiento sostenido de la economía a razón de 2% promedio anual; inflación más baja para un sexenio desde hace 50 años (4% promedio anual); 4 millones de empleos generados a ritmo de 800 mil anuales; 2.2 millones de mexicanos menos en situación de pobreza extrema; 190 mil millones de dólares en inversión extranjera directa; reformas estructurales largamente pretendidas y por fin aterrizadas, que, sólo en energía (si la reforma sigue adelante como debería de ser) significa la llegada al país en el mediano y largo plazos de más de 200 mil millones de dólares de inversión adicional ya comprometida en una primer fase; recaudación fiscal duplicada que permite a la economía no depender de los ingresos petroleros; turismo creciente que tiene a México como el sexto país más visitado del mundo; 173 mil millones de dólares en reservas en el extranjero (cifra récord).

En este contexto, de suma importancia será que AMLO siga la ruta de la sensatez por medio de la cual, inteligentemente, asuma el costo político que significará que él y su equipo asuman tal realidad como lo que es, la mejor plataforma de despegue para su gobierno en el entendido de que muchos necios les habrán de cuestionar sobre la inconsistencia entre lo que no se aceptó por mucho tiempo respecto a los resultados del gobierno saliente y lo que ahora se dice.

Insisto, es de sabios cambiar de opinión, por lo que resulta lo más deseable el que nuestro presidente electo aterrice de igual manera que a partir de asumir el poder la enorme expectativa que hay sobre su gobierno deberá irse matizando a golpes de realidad... y que esto mismo deberá implicar tener la templanza de lidiar, por el bien de la nación, con la decepción de muchos ilusos y oportunistas que andan por ahí tan campantes...

Si la reforma educativa resulta ser que ya no fue tan tóxica; las fuerzas armadas ya no se irán a los cuarteles; la reforma energética ya no es tan abominable; la política económica se mantendrá como está en términos de no poner en riesgo la estabilidad macroeconómica (disciplina fiscal y déficit cero)... por citar algunas precisiones que nada tienen que ver con lo que se dijo en campaña, bienvenidas sean.

Tiene razón AMLO, hay que ver para adelante. Más razón tiene cuando reconoce que parte de mejor lugar de donde partió EPN hace seis años.

A partir de esa realidad, del primero de diciembre y por el resto de su sexenio, habremos de analizar si su gestión de gobierno fue tal como para que su sucesor pueda decir lo mismo...

El autor es editorialista local/consejero CDEM.

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