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Palabra por palabra

Cocol

“Aunque la mona se vista de seda, mona se queda”. Dicharacho que cito porque corre el rumor de que le quieren cambiar el nombre al PRI. “Ideota” (idea grandota) que ya se le había ocurrido a Carlos Salinas de Gortari en el ocaso de su sexenio y que ahora brota de nuevo como medida de terapia intensiva porque al PRI le fue del cocol (por decirlo suave) y no utilizar el nombre del rancho de su victimario, Andrés Manuel López Obrador que con la izquierda se zumbó al PAN y con la derecha aniquiló al PRI.

El chisme está caliente, ahora que la sobrina de Salinas encabeza al PRI. Claudia, hija de José Francisco Ruiz Massieu, cuñado incómodo de los Salinas quien fue asesinado por sus afanes reformistas. ¿Qué tal el culebrón?

¿Y qué nombre le quieren poner al reencarnado? Si El Innombrable logra resucitar su fallido intento del 93, será el Partido de la Solidaridad Nacional: “El Pasolnal” reminiscencia del Pronasol.

Aquí todo puede suceder: En “el país más surrealista del mundo” como los calificó André Breton. Y creo que se quedó corto.

“¡Ay cocol!, ¿ya no te acuerdas cuando eras chimisclán*? O sea, el mismo PRI disfrazado de solidario, sencillo y humilde…

LA PALABRA DE HOY: COCOL

¡Quiero mi cocol!, gritaba el Tata (Jorge Arvizu) y yo también lo reclamo, porque dicho pan dulce con forma de rombo, cubierto de ajonjolí, con sabor anís y canela es muy sabroso.

Ahora bien, como palabra tiene origen náhuatl. Cito a Francisco del Paso y Troncoso: “Los indios llamaban 'cocolli' a unos tamales de maíz y frijol amasados con miel”.

Sin embargo, surge en la panadería a mediados de la época colonial. Por extensión, les decimos cocoles a las cosas o figuras romboidales; incluidos los rombos que se tejen con puntada de cocol.

DE MI LIBRERO: El 68…

“El 68, los estudiantes, el presidente y la CIA” escrito por el politólogo Sergio Aguayo de Ediciones Proceso y la empresa Ideas y Palabras. No tengo el libro, pero ya leí un sustancioso avance de los capítulos 3 y 4 que me trasladaron a mis 18 años, cuando fui un efímero manifestante del más importante movimiento estudiantil que se ha registrado en nuestro país.

El próximo 2 de octubre se cumplen 50 años, era la víspera de los Juegos Olímpicos México 68, Cito: “El régimen había construido una maquinaria capaz de mediatizar, controlar, hostigar y eliminar a quien lo criticara o intentara modificar el orden establecido”. Todo, con la participación de la CIA.

Sin embargo, el movimiento estudiantil y sus líderes estaban fuera del dominio del poder político y económico. “La tarde del 27 de agosto salió del Museo de Antropología la gigantesca marcha que exhibió dos caras: la pacífica y la violenta… una parte de la población había perdido el miedo a la autoridad” …

El 2 de octubre se perpetró la matanza en la Plaza de las Tres Culturas. Aquello fue muchísimo terrorífico y no simplemente del cocol.

*Un cocol sin clara de huevo ni ajonjolí.

El autor es profesor de Redacción Creativa en Cetys Universidad.

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