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Diálogo empresarial

Trabajo a migrantes

Hace poco más de un año hice diversos comentarios y formulaba algunas preguntas sobre la migración, entre los que sobresalían que no era sólo un tema de Mexicali y Baja California, sino en todo el país, de todo el continente y en el mundo. Otro aspecto que resaltaba era que se debía a las condiciones en el país que se dejaba y el de que percibían las personas en el país al que pretenden llegar.

Otro punto que mencionaba en esa ocasión era que afectaba tanto el escenario demográfico como el laboral, por lo pronto en el sitio donde finalmente se asientan las personas migrando, es decir, el efecto de la población migrante a los patrones de la población receptora: Mexicali y nuestro Estado son el más claro ejemplo.

Esto lo recuerdo ahora a raíz del flujo de caribeños y centroamericanos que recién buscaron cruzar a los Estados Unidos: algunos si fueron recibidos allá, pero otros, un importante número, se quedaron en nuestra entidad y difícilmente, creo, se regresarán a su país.

Entonces, hago las siguientes preguntas: ¿Cuál será el mejor camino para que esas personas sean económica y socialmente productivas?, ¿qué sector o actividad económica serán las que puedan darles cabida?, ¿el gobierno? no lo creo... será el sector privado en sus comercios, servicios o, como en nuestro caso, la industria manufacturera y los parques industriales.

Somos quienes estamos en estos sectores los que admitimos personas de otras nacionalidades de acuerdo con sus aptitudes –por ejemplo, el conocimiento del inglés– y su disposición a trabajar en actividades formales.

Somos las empresas, los empresarios y los organismos que los agremian, quienes con sentido de responsabilidad social reencauzamos programas y políticas predominantemente socio-gubernamentales, para que no se genere un clima de inseguridad, de saturación poblacional, de desequilibrio comunitario. Somos, en pocas palabras, un catalizador de los flujos migratorios.

Catalizador porque además, aun y dando cabida a los connacionales que regresan de Estados Unidos y a los migrantes que no logran llegar a ese país, evitamos que bruscamente se transforme la estructura de la sociedad cachanilla y procuramos hacer menos difícil el ya de por sí limitado desarrollo económico mexicano.

En suma, considero que el papel que estamos desempeñando en la migración y el trabajo se reconozca ahora –por el actual gobierno–, pero también por parte de los candidatos presidenciales y, evidentemente, por el próximo gobierno federal.

Para terminar, recuerdo que la historia económica y la sociología han revelado que la migración de gente persigue mejores condiciones de vida, de mejores salarios e ingresos; por eso la manufactura de exportación –como la que represento aquí en Mexicali– está recibiendo parte de quienes buscan mejores oportunidades.

* El autor es presidente de Index Mexicali y Director de Recursos Humanos

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