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Percepción política

Votar por AMLO

Me sorprendió ver la respuesta que recibió Andrés Manuel López Obrador en su visita a Tijuana. Según diversos medios de comunicación, más de 12 mil personas se reunieron en la Zona Centro de esa ciudad fronteriza para escuchar al aspirante presidencial.

“¡Miren cuánta gente participó en el acto de Tijuana! Es impresionante el silencio y la forma como irrumpe la pasión esperanzadora”, publicó el candidato de Morena en sus redes sociales junto con una fotografía donde se aprecia la multitud.

Andrés Manuel tiene razón al decir “pasión esperanzadora”. A pesar de las críticas hacia su persona, algunas con justa razón, otras sin mayor sentido, es evidente el por tercera ocasión candidato presidencial produce un sentimiento de esperanza en un amplio sector poblacional.

Son pocos los candidatos políticos, en el mundo, no sólo en México, que logran generar una expectativa cuasi religiosa de que las cosas bajo su mando habrán de mejorar.

Ricardo Anaya quizá pueda generar una imagen de juventud y modernidad, José Antonio Meade tal vez de experiencia y estabilidad; pero el único capaz de generar esperanza es el hombre de Macuspana, Tabasco.

Sin embargo, la esperanza en la arena política es algo muy delicado, e inclusive peligroso, que ya vivimos en el pasado y sólo trajo decepción, para muestra basta recordar la presidencia pro sistema político corrupto de Vicente Fox.

Desde mi punto de vista, hay argumentos muy sólidos para votar por Andrés Manuel López Obrador. Ahí está, por ejemplo, el fracaso por parte del PRI y del PAN. La lógica que indica bien vale la pena pasarle la pelota a un tercer jugador, porque los primeros dos no dieron resultados, me parece infalible. Quizá Andrés Manuel sea más de lo mismo, pero considero muchos votantes tienen razón al estar dispuestos a pagar el riesgo, dado que saben con certeza los otros dos simplemente no dieron resultados.

Lo que simplemente no me cabe en la cabeza es la gigantesca, y desde mi punto de vista ridícula, esperanza que produce el candidato de Morena. Tristemente, muchas personas le creen cuando dice acabará con la corrupción, permitirá el acceso de absolutamente todos los jóvenes a la universidad, reducirá al 8% el IVA en la frontera, entre muchas otras propuestas populistas carentes de rutas viables para lograrlas.

Ningún presidente de la República terminará con los problemas del país como por arte de magia, los únicos capaces de superar el atraso de México, con esfuerzo y trabajo duro, somos los ciudadanos. Pero cuando ciegamente creemos en un candidato, que evidentemente forma parte del mismo sistema que criticamos, damos muestra de nuestras grandes limitaciones.

Votar por Andrés Manuel López Obrador con tal de quitarle la pelota al PRIAN, pero a sabiendas de que AMLO ha formado parte del mismo sistema político corrupto, me parece una decisión que guarda una lógica. Pero votar por López Obrador creyendo que realmente es alguien distinto que acabará con las atrocidades de nuestra clase política, me parece una decisión ingenua y profundamente estúpida.

El autor es abogado y conductor de televisión.

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