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Reflexión Universitaria

El diluvio de Anaya

No obstante que Ricardo Anaya desde hace varias semanas se ubica en el segundo lugar en las preferencias electorales le será difícil ganar la contienda. Esto debido a que se salió del huacal, se insubordinó y se peleó con el Presidente. A tal grado se ha recrudecido este desplante que su campaña ha tenido como slogan central decir “que el PRI es corrupto y se tiene que ir” y además, amenaza con meter a la cárcel al jefe del Ejecutivo. En ese sentido y sabiendo cómo se manejan los funcionarios del “sistema” sería más probable que el “Bronco” o el “Jaguar” Ríos Piter ganen la elección y no Ricardo Anaya, jamás lo dejarán llegar, ya se le olvidó que era socio del gobierno. El joven rebelde y ambicioso candidato cuando fue diputado y jefe de la bancada del PAN aprobó las reformas estructurales de las cuales hoy reniega y hasta se da el lujo de decir que esas reformas no han tenido el impacto esperado para la sociedad. Otro asunto que lo ha colocado como un gran demagogo y manipulador, es ver las escenas cuando se “desgarra” las vestiduras alabando a Meade de ser un funcionario modelo, para después atacarlo. Pero bueno así es la política, que te permite ver de qué están hechos los políticos traicioneros. Otro obstáculo que tiene Anaya se da porque muchos panistas no le perdonarán que haya desdibujado y desteñido al PAN y se haya coludido con la izquierda sin haber consultado a las bases del partido. Si hubiera jugado limpio y no se hubiera autoimpuesto en la candidatura, su partido estaría a uno o dos puntos de AMLO ya que Margarita Zavala tenía muchas posibilidades de recuperar la presidencia de la República. Dividió al PAN, desapareció de tajo los principios que le dieron vida. Sin duda, este joven ambicioso se cegó y traicionó a los que le tendieron la mano y destruyó a todo aquel que tuvo la osadía de enfrentarlo. Liquidó los valores y principios del PAN, desapareció y negó la historia del partido más viejo de nuestro país. En consecuencia, habrá de pagar cara su osadía. Los que lo siguen, lo hacen por interés de obtener posiciones que les reditúen económicamente. En los eventos se ve y se dice que llenan los recintos al estilo del viejo PRI. Ya no son aquellos movimientos surgidos de la base del PAN cuando la gente de manera “espontánea” y “algarabía” llenaba los recintos donde se celebraban sus mítines. La gente no es tonta y les sigue la corriente. Esto me recuerda cuando en Mexicali, Margarita Ortega del PRI, en su cierre de campaña llenó la Plaza Calafia y al final perdió. Es probable que la historia se repita ya que el sentir de la gente común y corriente ya no quiere al PRI, menos al PAN de Anaya quien se ha comportado como un canalla. Una vez que termine la campaña y pierda, indudablemente los grupos del PAN pedirán su cabeza, entonces tendrán que corregir el rumbo y Anaya se irá al “ostracismo político”.

Asimismo, los perredistas jamás votarán por Anaya, únicamente lo harán las cúpulas del PRD, los únicos que suscribieron el pacto, pero no las bases. La división en el PAN es notoria, no solo en el país, sino también en Baja California, que después de esto es muy probable que tengan que investigar y subir al banquillo del acusado a altos funcionarios del gobierno del estado. La catástrofe del PAN la iniciaron los neopanistas, oportunistas que no conocen los principios del PAN, la ideología la hicieron a un lado, para abrazar el pragmatismo de corto plazo y los intereses económicos.

El autor es académico de la Facultad de Ciencias Administrativas de la

UABC.

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