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Punto de inflexión

“No es a dónde vas, sino por qué vas.”

Anónimo

“Un gobierno responsable es el que escucha y el que atiende el reclamo popular. Vamos a ganar porque nos hemos estado preparando para ello…”

Estas ideas, así tal cual. Así de contundentes y atemporales. Fueron las últimas que hace 24 años pronunciara en vida y en campaña, en la barriada popular en medio de todo y nada, Luis Donaldo Colosio Murrieta, quien, tan solo unos minutos después, víctima de la sinrazón, la estupidez y la cobardía, cayera fulminado truncándose abruptamente el sueño de quien hubiera sido Presidente de México.

Hecho que en sí mismo envuelto en su fatalidad extrema, representó el inicio del cisma de una nación que cambió y que sigue intentando hacerlo sujeta y expectante en cuanto a la capacidad que hemos tenido quienes como generación nos ha tocado en turno ser el motor que propicie mejores horizontes de prosperidad para un país ávido, entonces y ahora, de muchos más encuentros que desencuentros entre los mexicanos.

Retrotraigo las últimas ideas expresadas por Colosio pues en sí mismas ejemplifican lo importante que es saber por qué se va… más allá de a dónde se va en la vida…

Entonces y ahora, políticamente hablando, quienes ejercen el poder tienen que tener muy claro (como lo tenía Colosio) el país, el estado, el municipio, que gobiernan con la intención de hacer una gestión responsable.

Entonces y ahora, apremia que nuestros gobernantes dejen de lado la soberbia y la inclinación hacia la corrupción con la que más temprano que tarde pervierten su proceder demostrando penosamente lo hambrientos que llegaron para servirse antes de pensar en servir.

Entonces y ahora, amerita que quienes con el mandato de nuestro voto ejercen los gobiernos asuman el compromiso por dejar de ver el árbol de sus intereses personales y de grupo, para más bien observar el bosque de las oportunidades en las que puedan propiciar que se trabaje privilegiando el consenso que procure los acuerdos en donde más y no menos quepan.

Entonces y ahora, interesa que nuestras autoridades dejen de pensar en la rentabilidad electoral para mejor poner sobre la mesa alternativas de solución que, aunque duelan y puedan ser no muy populares en el corto plazo, sienten el precedente necesario para verlas florecer incluso cuando dichos gobiernos ya se hubiesen ido.

Entonces y ahora, implica que nuestros gobiernos tengan la capacidad de convocar a la iniciativa privada para establecer una relación constructiva por medio de la cual se pueda detonar la actividad económica que propicie la derrama de tal forma en que la distribución de la riqueza sea más justa y equitativa.

Entonces y ahora, la encomienda sigue siendo la misma para quienes nos gobiernan, con la salvedad de que hoy en día están obligados a hacer política inmersos en condiciones de igualdad, pluralidad y competitividad muy distintas y mejores a las de entonces por lo que necesariamente salen a relucir quienes así lo entienden con la convicción de que es, en el dialogo y el entendimiento, en donde se trabajan las decisiones compartidas que puedan darle viabilidad y gobernabilidad a las administraciones en sus distintas instancias de gobierno sin importar la procedencia de su ideología.

Entonces y ahora, queda claro, Colosio vive a través de su legado.

El autor es editorialista local/consejero CDEM.

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