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Reflexión Universitaria

De camaleones y chapulines

Los políticos actuales son como los camaleones, famosos por su habilidad de cambiar de color según las circunstancias, su lengua rápida y alargada les permite decir tantas mentiras y sus ojos pueden ser movidos independientemente el uno del otro para ver hacia dónde dirigirse en caso de correr peligro y salvarse y acomodarse para no quedar fuera de la “jugada”, es decir, para no vivir en el “horror” al estar fuera de la nómina oficial. En esta época la política y las ideologías están tan revueltas que es imprevisible lo que pueda ocurrir con los políticos “profesionales”. Ya no existen los valores, principios ideológicos, menos la ética y la moral, lo único que les importa es el “poder”, por el “poder mismo”. Ya no ansían representar al pueblo con dignidad a favor de las grandes mayorías de este país en el que cada día crece el número de mexicanos en extrema pobreza. Hoy a los políticos no les interesa la sociedad, han caído en el pragmatismo inmediatista, el futuro no les importa. La sociedad está esperanzada en que llegue al poder una persona distinta, un estadista que piense en la próxima generación y no en la próxima elección. Está harta de tanta demagogia y simulación de legisladores que hacen leyes para favorecerse ellos y el sistema de partidos, para seguir reproduciendo el mismo estado de cosas. La moda es brincar de un partido a otro según convenga, se ha mezclado sin ningún empacho la derecha y la izquierda aun cuando en cuestión de principios no estén de acuerdo, por ejemplo, los matrimonios entre personas del mismo sexo, la adopción de niños en parejas, el aborto, economía de mercado, libertad y democracia. Botones de muestra sobran que podemos mencionar de este tipo de políticos con las características antes señaladas, pero aludiremos al caso de Ernesto Ruffo Appel, primer gobernador de oposición que ganó la elección en Baja California en tiempos de Carlos Salinas de Gortari, la gente decía que con el apoyo del PAN logró vencer en votos a su cercano contrincante Cuauhtémoc Cárdenas, quien se dijo despojado del triunfo. Desde entonces, Ruffo Appel se enfermó de poder, hace casi seis años ganó la senaduría por un error cometido por los priistas en aquella elección. Hoy Ruffo se presenta como candidato en segundo lugar en la lista de plurinominales, después de haberle hecho el juego a Ricardo Anaya. Con esta acción demostró que su lucha estaba dirigida a permanecer en los grupos de poder del panismo y cambió radicalmente su forma de pensar, su ideología y su vocación democrática. Otros casos como los de él son los de Gina Andrea Cruz Blackledge, Jorge Ramos Hernández, María del Rosario Rodríguez Rubio y Luz Argelia Paniagua Figueroa todos del PAN, que no han concluido una gestión en los cargos públicos de elección, cuando ya están colgados en otra nueva para perpetuarse. Ya no se trata del bien común, sino del bien personal. Esto se puede considerar como una burla a la sociedad que cada vez confía menos en sus representantes y en la clase política en general. Políticos sin integridad ni valores, gente sin compromiso, sin un verdadero ideal y que dejan de lado las obligaciones morales que tienen con aquellos que los eligieron. Por ello, no puede haber nada peor que un traidor, pero también es muy cierto aquello que dice que cada quien debe responder por sus actos. ¿Responderán estos chapulines por sus actos?

El autor es académico de la Facultad de Ciencias Administrativas de la

UABC.

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