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Percepción política

Siempre ganan los mismos

Hace unos días, el PRI dejó ver la severa crisis que sufre en Baja California, al igual que en todo el país, luego de que la diputada federal Nancy Sánchez Arredondo rechazara la candidatura al Senado de la República.

La legisladora priista envió un mensaje muy claro: el PRI no será competitivo en las elecciones federales y, a razón de ello, no vale la pena aceptar la segunda posición en la fórmula al Senado, sabiendo de antemano la poca oportunidad de triunfo.

La nula esperanza de ganar en las urnas por parte de Nancy Sánchez es completamente justificada. La ex presidenta del PRI en Baja California sabe perfectamente de la maquinaria del PAN, liderado por el Gobernador del Estado, pinta suficiente para que el blanquiazul logre una contundente victoria.

Es decir, a pesar del criticado, vapuleado y desgastado gobierno de Francisco Vega de Lamadrid, todo indica el PAN conseguirá el triunfo en la mayoría, si no en todos, los distritos electorales.

Un buen amigo me dijo que el desprestigio que Enrique Peña Nieto tiene en todo el país, es el mismo que "Kiko" Vega tiene en Baja California y, por ende, planteó la posibilidad de que una tercera fórmula de la sorpresa en las próximas elecciones.

Desde mi punto de vista, a pesar del enorme rechazo que existe hacia Vega de Lamadrid, lamentablemente la maquinaria electoral, el presupuesto estatal, los programas de gobierno, entre muchas otras cosas, serán suficientes para que el PAN, una vez más, obtenga una victoria contundente.

¿Por qué? Por la simple y sencilla razón de que los bajacalifornianos no salimos a votar.

No es materia de esta columna hacer un análisis sobre la oferta electoral, sobre si habrá mejores opciones en Baja California que los candidatos del PAN. Sin embargo, aunque existieren mejores perfiles que los panistas, el hecho de que un bajo porcentaje de ciudadanos salga a las urnas produce que el llamado “voto duro” panista, aquel que se consigue precisamente con el poder estatal, sea decisivo para el triunfo.

Hace un par de días me regalaron la colección de “Cuadernos de divulgación de la cultura democrática” que publica el Instituto Nacional Electoral. Me fascinó el cuaderno titulado “La Participación Ciudadana en la Democracia” escrito por Mauricio Merino.

“En las sociedades modernas es imposible dejar de participar: la ausencia total de participación es también, inexorablemente, una forma de compartir las decisiones comunes. Quien cree no participar en absoluto, en realidad está dando un voto de confianza a quienes toman las decisiones: un cheque en blanco para que otros actúen en su nombre”, escribió el doctor en Ciencia Política por la Universidad Complutense de Madrid, y catedrático del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE).

Aquellos que optan por no salir a votar, lejos de no estar interviniendo, están participando de forma trascendental. Naturalmente, al no emitir su sufragio fortalecen el “voto duro” del partido en el poder. Es decir, o salimos a votar… o seguirán ganando los mismos.

El autor es abogado y conductor de televisión.

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