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Camelot

El falso federalismo y el Ramo 23

"Somos lo que hacemos"

Uno de los grandes retos de nuestro país es el de transitar de un esquema de gobierno central a uno donde el federalismo impere como común denominador, no sólo en la grandísima simulación con la que vivimos día a día este tema. Desde la obtención de un permiso para actividades regionales hasta la complicadísima estructura de la procuración de justicia en un sinfín de ambigüedades legales donde al final la Federación no hace lo que debe hacer y los estados y municipios se amparan en ello para tampoco adelgazar su estructura, resultado final que los habitantes se jodan, pero nunca la estructura gubernamental.

Lo anterior viene a cuento por el denominado caso Chihuahua en el que claramente alguien está mintiendo, o lo hace el secretario de Hacienda o quien miente es el gobernador Javier Corral; considero fundamental conocer la verdad al respecto, aunque lo que realmente trasciende de este caso es poner en evidencia el manejo discrecional de los fondos pertenecientes al llamado Ramo 23, partida que no está regulada por ley alguna y que por ende le otorga una clara posición de poder sobre cualquier gobierno estatal, no importando el partido que gobierne cada una de las instancias.

Hace unos días Mariana Campos, coordinadora del programa Gasto Público y Rendición de Cuentas de la organización México Evalúa, dio a conocer datos relevantes del cual cito textualmente lo siguiente: “En cuanto a las transferencias federales, Chihuahua recibió recursos durante el gobierno anterior a través de tres programas de subsidios del Ramo 23 que se consideran 'discrecionales'. Estos no tenían, ni tienen, reglas de operación y son: 1) Programas Regionales, 2) Contingencias Económicas y 3) Fortafin. En promedio el estado ha recibido un monto de 626 millones de pesos cada año entre 2010 y 2016. Notoriamente, cuando el gobierno federal fue panista las transferencias eran sustancialmente menores al promedio, y cuando el gobierno federal cambió a priista estas fueron sustancialmente mayores.

"Resaltan tres aspectos en las transferencias de recursos al estado de Chihuahua:

"1. Chihuahua recibió mil 562 millones de pesos en 2016, el monto máximo de recursos obtenidos por los tres programas del Ramo 23 en comento. Destaca que 2016 fue un año electoral en Chihuahua y que el partido en el Gobierno Federal era el mismo que el del gobierno en turno.

"2. En contraste, en 2017 se puede notar una caída en la cantidad que ha recibido el Estado; a septiembre de 2016 recibió 62 millones de pesos. También en 2012 sucedió un fenómeno similar, año en el cual se llevaron a cabo elecciones federales. Llama la atención que en ambos años el Estado estaba a cargo de un gobernador de partido distinto al del presidente en turno.

"3. SHCP entregó a Chihuahua las transferencias más cuantiosas, a través de estos programas, en un contexto en el que el Estado se endeudaba de manera creciente y la calidad del gasto público se diluía; una caída en el gasto de inversión y un aumento en el gasto de operación”

El fondo del asunto inicia con la discrecionalidad en el manejo de los recursos públicos y sigue con la aplicación de los mismos, particularmente con los provenientes del Ramo 23, es fundamental conocer las propuestas al respecto de los presidenciables.

El autor es empresario, ex dirigente de la Coparmex Mexicali.

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