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De historia y algo más

La Familia

La familia, según la Declaración Universal de los Derechos Humanos, es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la protección de la sociedad y del Estado. En muchos países occidentales, el concepto de la familia y su composición ha cambiado considerablemente en los últimos años. Los lazos principales que definen una familia son de dos tipos: vínculos de afinidad derivados del establecimiento de un vínculo reconocido socialmente, como el matrimonio que, en algunas sociedades, sólo permite la unión entre dos personas, mientras que en otras es posible la poligamia, y vínculos de consanguinidad, como la filiación entre padres e hijos o los lazos que se establecen entre los hermanos que descienden de un mismo padre. También puede diferenciarse la familia según el grado de parentesco entre sus miembros. Dentro de los tipos de familia existe aquella que se conoce como como familia nuclear, padres, hijos, nietos (si los hay) que también se conoce como «círculo familiar»; la familia extensa, además de la familia nuclear, incluye a los abuelos, tíos, primos y otros parientes, sean consanguíneos o afines; la familia monoparental, en la que el hijo o hijos viven sólo con uno de los padres. Como sea que se integre, la familia sigue siendo el núcleo básico de la sociedad, en la medida en que ella se reproduce biológicamente a la especie humana. La familia ha cambiado a lo largo de la historia de la humanidad. En México especialmente ha cambiado de manera muy significativa. En el siglo XX y particularmente en sus últimas décadas, se dieron cambios importantes en la familia. Actualmente, es común que una persona pueda elegir a su pareja. La sociedad ya no reconoce a los padres el derecho a disponer del futuro de sus hijos de la manera como lo hacían en el pasado. Las ideas modernas de la educación han convencido a mucha gente de que los niños y los jóvenes tienen derechos que deben respetarse. La educación ha reforzado algunos valores familiares tradicionales y ha modificado otros. Como consecuencia, algunas relaciones entre las personas han variado, en las familias donde ahora la autoridad del padre es menos rígida que en el pasado, se le presenta la oportunidad de relacionarse con sus hijos y con su mujer de otro modo: a través del dialogo, el acuerdo y la tolerancia. Y en esta composición los abuelos forman una parte importante. Ser abuelo es la mejor situación, pueden disfrutar de las ocurrencias de los niños sin cargar la pesada responsabilidad de ser sus padres, pero esto no es el único beneficio, un estudio realizado recientemente concluyó que las mujeres que cuidan a sus nietos al menos una vez por semana tienen menos probabilidades de sufrir demencia, Alzheimer o depresión. No solo los abuelos se benefician de estar presentes en la vida de sus nietos. Los niños que pasan tiempo con los abuelos tienen menos problemas emocionales y de comportamiento. Los abuelos que crían a sus nietos, dejan huella eterna en sus almas, pero también para un abuelo un nieto es una potente inyección de vida, gracias a dios que nos permitió ser padres y ahora abuelos, gracias Andrea y a Jaime por hacernos a Ana y a mi abuelos primerizos.

jaimenavarro@tecnyco.com.mx

*- El autor es ex presidente de la Federación de Colegios de Ingenieros Civiles de la República Mexicana.

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