En algún lugar
El material con que se tejen los sueños “Estos soñadores son americanos en sus corazones, en sus mentes, de todas las formas, pero no en el papel.” Barak Obama En algún lugar marginado, lejos de las oportunidades y contra todos los pronósticos se hilvana una esperanza con mil esfuerzos en un afán inquebrantable que ilumina los sombríos matices de la incertidumbre… Ante la falta de una legislación migratoria, el Programa de Acción Diferida para llegados en la Infancia (DACA) se implementó en 2012 en la administración de Barak Obama para proteger a los migrantes que ingresaron sin documentos a Estados Unidos antes de cumplir 16 años (dreamers). Además de los beneficios legales, el DACA implica el reconocimiento a los esfuerzos de los migrantes por integrarse a la comunidad norteamericana y forjar su porvenir desde la precariedad y la escasez, con todas las probabilidades en contra, como lo afirmó Michelle Obama: “Nada los va a parar en la búsqueda de sus sueños. Se merecen todos y cada uno de sus éxitos”. El programa DACA atiende a una visión humanista y refleja un criterio incluyente que reconoce el mérito de los migrantes y la riqueza social que ellos generan; pero la consistencia del sueño americano debe resistir las agresiones de los prejuicios emanados de las mentes obtusas que imponen estigmas y glorifican una visión pletórica de ignorancia y resentimientos. El presidente Trump, paladín del fundamentalismo racial, anunció la decisión de terminar el programa DACA, postergando gradualmente la extinción de sus beneficios y pretende negociar en el Congreso con el futuro de 800,000 dreamers a cambio de los fondos para la construcción del gran, gran, muro fronterizo (“the big, big wall”). La confrontación es inminente: la obsesión rampante de Trump y su compromiso con el inconmensurable sector de conservadores que presionan para la instauración de la xenofobia en las políticas públicas, y el reconocimiento de los ciudadanos, corporativos, instituciones y academias que admiten la valiosa intervención de los migrantes en su prosperidad y progreso. Quiero creer, que en esta tensión predominará el mérito de los migrantes como evidencia innegable de su aportación a la economía y a la competitividad de Norteamérica, que los vicios de la discriminación serán insuficientes ante los mil y un ejemplos de su valentía y de la calidez de su corazón; ojalá que el tejido de sus sueños resista este flagelo, que su esperanza y sus esfuerzos prevalezcan y que su afán inquebrantable ilumine los sombríos matices de esta incertidumbre… FE DE ERRATAS: En la columna “Rumbo a la decadencia” publicada el lunes 4 de septiembre, por un exceso de vehemencia califiqué una intención como un hecho consumado. En la columna escribí: “El indulto otorgado por el presidente Trump” y lo correcto es: “El indulto que pretende otorgar el presidente Trump”. El indulto presidencial se otorga cuando se ha dictado la sentencia; la sentencia a Joe Arpago se dictará hasta el próximo mes de Octubre y será hasta entonces, cuando el presidente Trump podrá otorgarlo. * La autora es licenciada en Contaduría por la UNAM y cuenta con una Maestría en Estudios Humanísticos, Especializada en Literatura en el Itesm.
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