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Pareces

Nuevos escenarios, nuevas incertidumbres En menos de un mes el escenario instituido por el ejercicio del poder autocrático de un hombre como Donald Trump, ha venido a complicar dramáticamente la vida de millones de personas. No sólo la de nuestros hermanos mexicanos que temen ser deportados o retornados a territorio nacional, y lo que ello representa en derechos humanos como es la separación de las familias y pérdida de sus fuentes de trabajo. La incertidumbre es de ambos lados de la frontera, y se ha llegado a decir que serán miles los compatriotas en esa situación. ¿Cómo serán esas deportaciones masivas? ¿Cuál será el puerto de recibimiento? ¿El aeropuerto de la Ciudad de México o las ciudades fronterizas, entre las que se encuentra Tijuana? Y, para entonces, el gobierno (el Ejecutivo y el Legislativo) en sus tres niveles, ¿estará realmente preparado para recibirlos y dar atención a sus necesidades inmediatas o aquellas relativas a un nuevo proceso de reintegración a México, país que los expulsó, ya sea por falta de oportunidades de empleo, o porque tuvieron que huir de la violencia generada por la guerra contra el narco? Lo anterior, en lo que atañe sólo a los mexicanos, ya sea deportados o retornados. Pero, ¿qué hay de los centroamericanos que cruzan nuestro país para ir a buscar trabajo a los EUA, o los que llegan aquí como desplazados por la violencia en sus lugares de origen? Y, también ¿qué hay en torno a los recientes flujos migratorios de haitianos y africanos? Sobre estos últimos, el Instituto Nacional de Migración recibió en esta semana por lo menos 200 solicitudes de permisos de residencia en Tijuana, debido a que han recibido información de sus paisanos que lograron cruzar hacia los EUA, de que los están deportando a Haití. Esto ha ocasionado que las personas que permanecen en los albergues estén temerosas de cruzar, y no tengan otra salida que quedarse entre nosotros. Un haitiano residente de una cuartería en la zona norte de Tijuana, declaró a Frontera: “Sabemos que algunos amigos fueron deportados a Haití y a nosotros solo nos queda buscar la manera de quedarnos en México, porque no queremos regresar a un lugar donde no tenemos oportunidades de una vida mejor”. Hasta ahora, algunos de estos migrantes habían buscado trabajo informal y temporal que les permitiera sobrevivir mientras lograban cruzar hacia EUA. Pero, el escenario se modificado de manera radical. La única opción que encuentran es quedarse aquí. No conocemos cuántas personas más seguirán llegando a Baja California, provenientes, ya sea, de estados como Michoacán o Guerrero, huyendo de la violencia. O, cuántos centroamericanos están sorteando en el cruce por el país toda clase peligros para poder alcanzar su sueño americano. O, cuántos haitianos y afrodescendientes están en tránsito hacia esta frontera o intentando cruzar la frontera sur entre Guatemala y México. Luego de que el gobernador Kiko Vega, se lava las manos diciendo que el problema de los migrantes haitianos y africanos es de la federación, y de que en estos meses los tres niveles de gobierno han otorgado muy poca ayuda, tampoco sabemos qué institución o instituciones se harán cargo de refugiados, deportados, desplazados y asilados que están por llegar. Así mismo, desconocemos el número de personas o familias de haitianos y africanos a los que el INAMI les otorgará el permiso para residir y poder trabajar. De lo que sí ya estamos seguros, es que Baja California empieza una nueva etapa en su historia con el arribo de nuevas culturas, que abonarán a una enorme región multicultural. Los retos son muy grandes, los haitianos y africanos tienen que aprender de nosotros; pero nosotros también tenemos que aprender de ellos. Estamos frente a un nuevo escenario social, en el que los procesos de interculturalidad nos plantean nuevos retos. Ante esto, las instituciones educativas de esta frontera no deben ser indiferentes. Pronto serán muchos los niños haitianos y africanos, mexicanos deportados y desplazados que requieran ser atendidos por nuestras escuelas. Me pregunto si el sistema educativo federal y estatal, autoridades y maestros, están preparados para ello. * La autor a es Doctora en Ciencias, con especialidad en Investigaciones Educativas. Académica-investigadora de la Ibero Tijuana.

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