Visión académica
Desafíos de Latinoamérica Las estrategias conspirativas derechistas no descansan en Bolivia. Ahora fue el brutal asesinato a golpes del viceministro Rodolfo Illanes, quien se trasladó a la localidad de Panduro (a 185 kilómetros de La Paz) con la finalidad de negociar con cooperativistas mineros, quienes lo secuestraron y asesinaron. Tal hecho se pretende hacer aparecer como procedimientos de lucha propios de la clase trabajadora para obtener sus reivindicaciones. Más bien estamos frente a una provocación de gran magnitud, cuya finalidad es desatar una confrontación que permita crear condiciones desestabilizadoras del régimen de Evo Morales. Nuestra experiencia nos dice: la violencia nunca la inicia la clase trabajadora, sino las clases dominantes. Ciertamente la clase trabajadora, en algún momento de hartazgo puede recurrir a procedimientos violentos, como recurso extremo y como reacción ante la violencia iniciada por el Estado. Cosa que en el caso boliviano, no ha sucedido. Por el contrario, el gobierno de Evo Morales ha manifestado estar dispuesto a la negociación y los acuerdos. Entonces ¿cómo es posible que hayan decidió secuestrar y asesinar de manera tan brutal (a garrotazos) a un alto funcionario de gobierno, en medio de una negociación? La confrontación de los cooperativistas con el gobierno deriva la intención de éste, de hacer cumplir las leyes de minería del país, obligar a que las cooperativas permitan a los trabajadores formar sindicatos y establecer “restricciones a los convenios de trabajo con empresas extranjeras”. No se requiere mucha suspicacia para comprender que se trata de una provocación de importantes sectores de poder, vinculados y alentados por el intervencionismo externo, quienes desde hace tiempo mantienen una constante presión distractora contra el gobierno de Evo Morales. ¿Quiénes son los “cooperativistas”? Rafael Puente (ex ministro del Interior) responde de manera precisa: «las ‘cooperativas’ mineras no tienen nada de cooperativas; en realidad son empresas, cuyos dueños son los llamados ‘socios’… que manejan y explotan a una enorme masa de obreros que no tienen ni seguro social, ni seguro industrial, ni jubilación, ni nada… ni hablemos de las mujeres y del trabajo infantil». Asimismo, los “cooperativistas” concentran el mayor número de trabajadores, con unos 119 mil, frente a 8 mil de la minería privada y poco más de 7 mil de propiedad estatal. Desde nuestra perspectiva, este crimen es la continuación de las sofisticadas acciones provocadoras diseñadas por centros de inteligencia, con la intención de desestabilizar al régimen de Evo Morales y provocar una confrontación de grandes proporciones. ¿Cuáles centros de inteligencia? No lo sabemos, pero no se necesita gran suspicacia para sospechar los vínculos de la derecha boliviana con el apoyo de la CIA. Estos hechos forman parte de las provocaciones a los gobiernos nacionalistas de Sudamérica: Dilma Rousseff de Brasil, circunstancias similares vivió Cristina Fernández de Kirchner en Argentina y Nicolás Maduro en Venezuela. El gran desafío de Latinoamérica es su unificación para poder consolidar la soberanía regional y establecer convenios con países al margen de la esfera de dominación de EUA. El autor es catedrático de la UPN campus Mexicali.
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