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Punto Norte

Felipe Daniel Ruanova Zárate, uno de los políticos más testarudos en la historia de Tijuana, consiguió su propósito de convertirse en aspirante a candidato independiente para alcalde de ese municipio. Al igual que los otros aspirantes, Carolina Aubanel y Gastón Luken, Felipe debe conseguir el respaldo de, por lo menos, 31 mil ciudadanos tijuanenses para poder participar en la próxima contienda electoral. En teoría, un candidato cívico o independiente, es quien aspira a un encargo popular sin pertenecer a un partido político pues, como ciudadano, tiene el derecho inalienable, inherente y universal para postularse a un cargo de elección popular. Aun cuando los tres aspirantes manifestaron en el pasado sus filias y fobias hacia algún partido político y hasta han militado en alguno de ellos, hoy se ostentan como independientes. ¿Cuál es la diferencia entre un candidato independiente del “dependiente” de un partido?. ¿Son políticamente más puros? ¿Desde cuándo reniegan los aspirantes independientes de la partidocracia que, en algunos casos, les dio techo, vestido y sustento?. Felipe Daniel dice que empezó a trabajar en el gobierno de Milton Castellanos, bajo la guía de Luis Echeverría, y que, posteriormente, trabajó con Julio Rodolfo Moctezuma y el arquitecto Pedro Ramírez Vázquez en el sexenio de López Portillo. A pesar de su pasado priista, con la siguiente anécdota, “de la cual da fe”, Felipe Daniel se justifica como un “político independiente”: “Cuando fui director de personal de la SHCP, en 1976, supe que esa Secretaría tenía 4,400 aviadores… por los que se erogaban 22 millones de pesos mensuales por semejante leperada… sin decirle a nadie compré una máquina que reproducía mi firma y en tres días cesé a la fuerza aérea. “Al único que le comuniqué que lo había cesado fue a mi hermano Rafael, quien cobraba en las oficinas de la SHCP, pero trabajaba en la Presidencia, quien me insultó y toda la cosa pero no pasó a mayores. “A las semanas entró a mi oficina una señora que me alegó que era la peinadora de la señora Guadalupe Borja de Díaz Ordaz, quien ya había fallecido, cuando le dije en tono de burla que si peinaba la lápida, me mentó la madre y se fue. “Al mes me habló por teléfono el secretario Moctezuma Cid y, muy serio, me dijo: me enteré que usted cesó a la fuerza aérea de un plumazo ingeniero. Fueron 4,400 plumazos señor, le contesté, a lo que respondió: pues lo que usted hizo es obra de un loco o de un patriota. “Al mes me llamó a su oficina el oficial mayor Enrique Azuara Salas… y al entrar al despacho noté la presencia de los subsecretarios Ignacio Pichardo, de Ingresos, Héctor Reyes, de Inspección Fiscal, y Miguel de Lamadrid, de Hacienda, y me dijo: “Felipe me cuentan los subsecretarios que cesaste a la fuerza aérea, me puedes decir quién te autorizó tamaña ocurrencia y le contesté: –Perdóname Enrique, pero no sabía que tenía que pedir permiso para cumplir con mi deber… –y si se entera el Secretario, preguntó el subsecretario Azuara– y le respondí: –El Secretario ya me dijo hace mes que estaba loco… echamos a reír y nos tomamos un whisky”. ¿Con qué anécdotas, o historias, justifican los otros candidatos su “independencia”?. Refilón: ¿Qué ha pasado con la legalización de la droga en Colorado?. Senado: Si se legaliza la mota “se reducen 30% las ganancias de los cárteles”. Crisis del crudo: Viene filoso el tijerazo de personal en el Gobierno Federal. *El autor es columnista y periodista local, comentarista editorial.

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