Punto Norte
“Ojalá lucharan por eliminarlo, y no 'encuchupándose' para burocratizar y vivir del erario con mochada. Habrá que formar un fideicomiso también para el IVA, ISR, etc. “Los verdaderos empleadores estamos en contra de un impuesto más al salario, el 2% en una inflación del 4% es el equivalente al 50% del aumento salarial por año; no se te olvide que empezó en el 0.25% y va en el 2.4%, casi 10 veces más. En fin, repito, me dan vergüenza. Saludos”. Esa fue la respuesta que le envió el ingeniero Mario Armando García Franco, el 15 de agosto de 2013, a la invitación a una rueda de prensa convocada por el entonces presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Carlo Alfonso Bonfante Olache. La rueda de prensa tenía como finalidad dar a conocer los “beneficios de la reforma a la Ley de Hacienda” y el incremento sustancial de los fondos del Fideicomiso Empresarial (Fidem). Mario Armando estaba muy molesto, porque en junio de ese año los diputados habían aprobado una reforma a esa Ley, mediante la cual el Fidem se aumentaba del 5% al 30%. Como empresario, Mario siempre se manifestó en contra del Impuesto sobre las Remuneraciones Personales al Trabajo, o Impuesto sobre Nómina, del cual se obtienen los fondos para ese fideicomiso. Pensaba que era inadmisible que los empresarios de la localidad participaran en la administración y manejo de una parte de los recursos públicos, provenientes del Impuesto sobre Nómina. Consideraba ese fideicomiso como una dádiva del Estado, para mantener callados a los empresarios y para que no se manifestaran en contra de dicho impuesto. Durante más de una década, algunos representantes empresariales han recibido el 5% de ese impuesto, para “proyectos de educación, seguridad pública, promoción del desarrollo económico”; pagos de sus oficinas, ferias, actividades, campañas publicitarias, pitos y flautas… La justificación para incrementar la tajada a 300 millones de pesos, era “la necesidad de fortalecer la política de desarrollo empresarial… impulsar las vocaciones productivas, así como mejorar la competitividad del Estado…”. Al final del día, la rueda de prensa convocada por Carlo Alfonso nunca se llevó a cabo y, al llegar al gobierno, “Kiko” echó por tierra la reforma y dejó al Fidem como estaba. El Fidem al 5% es el resultado de una negociación entre el poder público y la iniciativa privada, lo cual revela que las autoridades sólo toman en cuenta a quienes tienen poder económico, que les permite presionar en torno a sus intereses. Con estas acciones, las autoridades le permiten a un sector cogobernar con ellos, convirtiéndose en un gobierno faccioso, olvidando que su función es representar a la sociedad en su conjunto. Con el Fidem se crean privilegios para un sector, de por sí privilegiado, y se soslaya a los sectores débiles, lo cual va en desacuerdo con el principio de representatividad. Mario García Franco es hoy presidente del Consejo Coordinador Empresarial. Siendo congruente como es, seguramente ha rechazado los fondos del Fidem para sufragar las actividades de las cámaras empresariales. ¿O no es así? Refilón: ¿Qué queda del Asalto a las Tierras?... Ni las carnitas. Augusto Gómez Villanueva: Hoy presenta un interesante libro testimonio, en Mexicali: “El campo que yo conocí” Issstecali: Tienen al municipio de Mexicali en la mira. *El autor es columnista y periodista local, comentarista editorial.
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