Palabra por palabra
A partir del Concilio Vaticano II (1962-1965), la misa se oficia en el idioma propio de cada país. Ya que hasta entonces, los sacerdotes la decían en latín y de espaldas a los feligreses. Sin duda, un gran cambio, porque la mayoría de los que asistían a dicha celebración litúrgica no entendían ni jota. Bueno, el Evangelio siempre se tradujo al español (en el mundo hispanohablante, claro está). Pero, como introducción, el sacerdote decía: “In diebus illis” que significa ‘En aquellos día’. Al oír esas palabras en latín, la gente comentaba: ‘Ya viene el busilis’, que surgió de juntar la segunda sílaba de vocablo “diebus” y la palabra “illis”. Ahora bien, tanto busilis como intríngulis, además de ser palabras rarísimas también son sinónimas, porque las dos significan más o menos lo mismo: ‘Punto en que se estriba la dificultad del asunto de que se trata’. Cierto es que busilis no la utiliza ni Dios Padre; pero intríngulis, sí. Con frecuencia aparece por escrito en noticias periodísticas; pero muchas veces con el género equivocado: “La intríngulis de tal o cual asunto”. Cuando lo correcto es: El intríngulis de... y en seguida la descripción de algo intrincado, enredado o confuso. Porque intríngulis es una voz masculina, aquí y en China (parece chiste; pero más adelante verá que no). LA PALABRA DE HOY.- INTRÍNGULIS. Palabra intrincada cuyo significado es ‘dificultad o complicación de algo’ cuyo origen es incierto; a diferencia de su sinónimo busilis; pero ambas, aparecen en el Diccionario de la Real Academia. Sin embargo, un audaz etimólogo, Jesús Castellano y de la Yeza, propone que intríngulis está relacionada con la palabra intriga, basándose en que ésta procede del latín “tricae” / ‘líos, enredos, embrollos’. Tal vez por el significado; pero resulta cuesta arriba saber si el señor Castellano le atinó al origen en latín de la palabra en español. ¡Vaya intríngulis! Lo curioso es que en alemán, francés, italiano, portugués y otras lenguas romance, intríngulis se pronuncia tal cual se hace en español; sorprende más que en noruego y sueco, también. Pero, para quedar con el “oído cuadrado”, lo mismo sucede en chino, japonés y coreano. DE MI LIBRERO.- EL TAMBOR DE HOJALATA. El lunes 30 de noviembre a las 19:00 horas en el Café Literario—dentro del ciclo Los Imprescindibles, dedicado a literatura en lengua alemana—, platicaré sobre la obra de Günter Grass, escritor fallecido el 13 de abril de este año, quien fue distinguido con el Premio Nobel en 1999. Su novela más famosa: ‘El tambor de hojalata’, se publicó por primera vez en 1959. Oscar, el personaje principal, narra su vida en retrospectiva recluido en un centro psiquiátrico. Cuenta que desde muy pequeño su madre le regaló el tambor de hojalata que lo acompaña siempre. El núcleo de la historia sucede en la Segunda Guerra mundial. Lo sorprendente es que Oscar deja de crecer y se conserva como niño por rechazo a la vida de los adultos... El próximo marte le contaré un poco más de este magnífico intríngulis. * El autor es profesor de Redacción Creativa en Cetys Universidad.
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