DE POLÍTICA Y COSAS PEORES
“Dimes y diretes” perredistas Llegó a su casa lord Feebledick y encontró a su mujer, lady Loosebloomers, en episodio de fornicación con Wellh Ung, toroso guardabosque de la finca. Este tal Ung, hay que decirlo, era hombre de habilidades eminentes. Gran tirador con escopeta, sabía también entrenar perros, practicaba la pesca de la trucha con sedal y caña y criaba con destreza faisanes y conejos. También ponía cristales. Pero además era amante extraordinario. En seis condados había mujeres que podían dar testimonio de la excelencia de su técnica. Precisamente en ese instante la estaba ejercitando con lady Loosebloomers, a la que había llevado al éxtasis erótico. Acezaba la dama igual que jabalina en rijo; los gestos de la cara y todos los movimientos de su cuerpo denunciaban su estado de delectación.”-¡Hetaira inverecunda! -le grita milord a su mujer en paroxismo de ira-. ¡Así te quería agarrar!”. Sin perder el compás de lo que hacía (lady Loosebloomers tenía un excelente oído musical) contesta ella: “-¿Y entonces por qué nunca lo hiciste?”... Don Geroncio, rico señor que pisaba ya los umbrales de la senectud, conoció a Pirulina, garrida moza a quien le brotaban juventud y sensualidad por todos los poros de su cuerpo. Ignoro cuántos serían esos poros, y no puedo detenerme ahora a contarlos, por la premura que impone el ejercicio periodístico, pero aseguro que ningún poro dejaba de manar los aurorales dones mencionados. Con gravedad y mesura don Geroncio le pidió relaciones a la hermosa. Pero le dijo francamente: “-Sé muy bien, señorita Pirulina, que no puedo ofrecerle ya lo mejor de mis años”. “-Ciertamente -lo interrumpe la muchacha-. Pero de seguro podrá ofrecerme lo mejor de su chequera”... Los dimes y diretes perredistas son evidencia de grave corrupción en los principales personajes de este tan nauseabundo escándalo. El señor Bejarano y la señora Robles han llegado a extremos que los deberían avergonzar. Los figurones del PRD quieren ser ave del pantano y no mancharse, pero lo cierto es que esas aguas de albañal son indicio de grave descomposición en el seno del partido. Lo peor de todo es que la casta política que sufrimos parece estar por encima de la ley: Todo se vuelve “reality show”, y de las evidencias delictuosas que se advierten no deriva ninguna acción que pueda preocupar a los participantes en las trapacerías. La burocracia estatal y la burocracia política se protegen una a la otra, pues como te veo hoy quizá yo me veré mañana, y es bueno asegurar complicidades. Mientras eso sucede los mexicanos que trabajan, que invierten para crear empleos, son agobiados con toda suerte de gabelas para mantener organismos estatales ineficientes y en bancarrota, y para seguir alimentando sindicatos cuyos miembros gozan de privilegios indebidos. Cambios de fondo necesita este País, que ya está tocando fondo... Le dice la señora a su marido: “-El niño se portó mal, y lo mandé a la cama sin cenar”. “-¡Ah! -exclama el hombre-. ¡Se porta mal y todavía lo premias!”... La suegra de aquel tipo quiso aprender a manejar, y él se ofreció a enseñarla. Después de algunas lecciones iba manejando la señora por una avenida de mucho tráfico. “-¡Yerno! -clama con angustia-. ¡No sé qué hacer!”. Responde el individuo: “-Haga como si yo fuera manejando”... El recién casado se presenta en casa de los padres de su mujercita y les dice con gran solemnidad: “-Vengo a devolverles a su hija. Nunca la toqué antes del matrimonio, tenemos apenas dos meses de casados, y dice el doctor que en un mes más va a dar a luz”. “-¡Ande! -responde con ligereza la mamá de la chica-. Ella es muy inocente. ¡Qué va a saber la pobre lo que debe durar un embarazo!”... FIN. Catón, licenciado en Derecho, en Pedagogía y en Literatura y Letras Españolas; cronista de Saltillo.
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