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Sydney Loofe: La joven que fue a una cita de Tinder, cayó en un culto sexual y apareció en pedazos

La joven, que según relataron sus padres, por fin se veía feliz luego de luchar por años contra una depresión luego de contactar con una mujer llamada Audrey en Tinder.

ESTADOS UNIDOS.-Desde su lanzamiento en 2011, Tinder ha registrado más de 55 mil millones de matches, por lo que se ha ganado la reputación de ser la app de citas más popular en todo el mundo y ha permitido que las personas encuentren "a su media naranja".

Lamentablemente, esta herramienta digital ha caído en las manos equivocadas y esto ocasiona que existan desde robos de identidad hasta secuestros e incluso crímenes tan fuertes como el asesinato.

Este es el caso de Sydney Loofe, una joven de 24 años que era usuaria de Tinder y ahí había pactado una primera cita con su match, por lo que tomó su chaqueta blanca y una camisa color crema, se tomó una selfie y salió a las calles de Lincoln, Nebraska.

Después de la cita ya no se presentó en su trabajo

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La joven, que según relataron sus padres, por fin se veía feliz luego de luchar por años contra una fuerte depresión luego de contactar con una mujer llamada Audrey en Tinder.

Pese a que la cita se pactó para el 15 de noviembre de 2017, ese fue precisamente el último día que amigos y familiares supieron del paradero de Syndey, pues a la mañana siguiente ya no se presentó en su trabajo ni tampoco contestó los mensajes de sus padres.

Por ello, los familiares de Loofe acudieron al departamento de la joven, lugar en donde encontraron su automóvil pero ella no estaba ahí, por lo que terminaron de confirmar que algo malo había ocurrido e hicieron una denuncia ante las autoridades.

Audrey no era el nombre real

De acuerdo a la Policía, la última vez que el teléfono estuvo encendido fue a unos 56 kilómetros de distancia de Lincoln y posteriormente los investigadores rastrearon el número telefónico hasta llegar a Audrey, quien juraba que la había dejado en la casa de un amigo después.

Sin embargo, los policías descubrieron que su nombre no era tal, sino que se llamada Bailey Boswell, entonces de 23 años, y que vivía con su novio mayor Audrey Trail, de 51.

Pero la situación empeoró el 4 de diciembre del mismo año, pues fue la fecha en que se reportó el hallazgo del cuerpo de Sydney, y con la particularidad de que había sido desmembrado en pedazos, metidos en bolsas de basura que arrojaron en zanjas de un campo de Nebraska. Luego se reveló que la causa de la muerte fue asfixia y ella se había resistido hasta el final.

La pareja disfrutaba del sexo grupal con otras mujeres

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Boswell y Trail, quienes acabaron con la vida de Sydney, eran una pareja que se habían mudado juntos a un sótano en Wilber y habían comenzado a obtener dinero a través de estafas a comerciantes.

De acuerdo a las investigaciones, la pareja disfrutaba del sexo grupal con otras mujeres, a quienes conocían a través de la aplicación Tinder y después les tendían una trampa.

Tras años de juicios y múltiples versiones que trataron de inventar para engañar a las autoridades, Aubrey Trail, el asesino de Sydeny Loofe confesó que decidieron matar a la joven luego de que se asustara cuando la "invitaron" a unirse a una secta sexual y actividades delictivas. Trail la mató y la desmembró con una sierra para "proteger" su estilo de vida.

Fueron sentenciados a pena de muerte

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La pareja fue declarada culpable de asesinato en primer grado, conspiración criminal para cometer asesinato y disposición indebida de restos humanos y fueron sentenciados a pena de muerte.

Sin embargo, un juez no estuvo de acuerdo con la pena de muerte para Boswell, por lo que ella fue sentenciada a cadena perpetua sin libertad condicional.

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