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David Hahn: El niño que construyó un reactor nuclear en su casa: ¿Qué pasó?

David Hahn era un chico brillante y obsesionado con la química.

WASHINGTON, D.C.-David Hahn era un chico brillante y obsesionado con la química.

Su familia, en una mezcla de inconsciencia y condescendencia, permitió que el niño y luego el Boy Scout adolescente subieran de nivel en sus experimentos caseros hasta que logró construir, después de muchos años de trabajo, un reactor nuclear en el patio de su casa.

Las consecuencias de esta acción lo acompañaron durante toda su vida, una vida que terminó de manera trágica, y que pudo terminar mucho antes ya que estuvo a punto de provocar un desastre con el desarrollo de un reactor nuclear casero que amenazó durante meses su físico, la integridad de su localidad, sin que nadie lo supiera.

Esta es la apasionante y extraña historia del Boy Scout que consiguió los materiales y la información para construir un reactor nuclear casero.

Hahn nació en el año de 1976 en Detroit, Michigan en el seno de una familia trabajadora de la industria del automóvil. Sus padres laboraban en la empresa General Motors.

En esta familia David, era un niño que siempre demostró mucho interés por el aprendizaje y la lectura y era capaz de pasar largas horas en solitario concentrándose en sus pasiones.

Cuando sus papás se separaron, el joven se fue con su padre y la nueva novia. Solo los fines de semana pasaba con su mamá biológica.

Así era su vida, hasta que un acontecimiento importante impactó en su historia: Recibió un libro de química.

El escrito se llamaba "El libro dorado de la Química", en él se ilustraba cómo hacer experimentos y marcó el primer paso en la carrera obsesiva de David por intentar crear reacciones químicas en el cuarto de su casa.

Con este libro comenzó a interesarse por la química de una manera -que se podría decir- "anormal" para un jovencillo de 10 años, hasta el punto en que todo el dinero que le daban lo invertía en material de laboratorio profesional.

En un un impulso de sus padres para que conociera más gente y seguir alimentando su curiosidad, lo apuntan en las filas de los Boy Scout y con ellos desarrolla todavía más su faceta de experimentar en la naturaleza.

Sus papás luego le construyen su propio laboratorio en el sótano de la casa, porque su cuarto ya estaba todo quemado y dañado por las explosiones que las reacciones químicas causaban.

Fue en ese momento cuando las cosas se empiezan a salir de control. David comenzó a buscar trabajo y el dinero que ganaba lo invertía en más material químico con los que hacía los experimentos en el sótano.

Las cosas marcarían un antes y un después cuando consigue hacerse con fósforo rojo, que es un material fuertemente inflamable y es muy explosivo.

El niño lo comenzó a golpear con un fierro cuando estaba dentro de un recipiente y consigue una explosión con él delante sin ningún tipo de protección que le causó que los cristales le entraran en los ojos y los hospitalizaran.

Sin embargo, ese accidente no mermó los intereses del joven en la química y lo único que sucedió fue que sus papás le cerraran el laboratorio que había construido.

Entonces David abrió otro con su madre biológica, con la que pasaba los fines de semana, y le permitió que siguiera con los experimentos en una caseta ubicada en el jardín. Ahí montó su base, solo que ahora estaba dispuesto a dar un paso más alla.

Los informen dicen que el novio de su madre biológica conversó con el muchacho y le escuchó decir que el mundo se quedaba sin petróleo y que había que hacer algo al respecto. Justamente eso fue lo que hizo que pensara en una solución, y entonces su investigación lo lleva a la energía nuclear.

David creía en la energía nuclear, era un tema muy popular en esos años, y se le señalaba como la única fuente de energía que podría salvar a la humanidad.

Así que empezó a pensar cómo podría fabricar un reactor nuclear. En este proceso escribió revistas y escritos sobre la energía atómica y detallaba los porqué es beneficiosa para la sociedad.

Creó también un esquema que publicó en un documento sobre cómo sería un reactor de una central nuclear como la que él estaba pensando fabricar. De igual manera hizo una maqueta de cómo sería su propio reactor nuclear. Todo esto que hacía David era también con la intención de conseguir una insignia en los Boy Scout relacionada a lo atómico, una insignia que casi nadie buscaba ganar pero él se aferró en lograrlo.

Además el joven entró en contacto con enfermeras de radiología de un hospital para entender cómo era usada la energía nuclear con fines médicos.

El Imparcial: imagen de artículo

Con todo esto, David consigue su codiciada insignia de energía nuclear en los Boy Scout. En ese momento ya tenía 14 años y ya tiene decidido dar el paso para fabricar un reactor nuclear en su casa.

David hace lo "imposible"

Para poder crear su reactor nuclear, hace falta tener materiales radiactivos para crear el efecto de la fisión, que es cuando un núcleo pesado de un átomo, al ser bombardeado con neutrones, se convierte en inestable y se descompone en dos núcleos, cuyos tamaños son del mismo orden de magnitud, con gran desprendimiento de energía y la emisión de dos o tres neutrones.

El menor no quería construir un reactor cualquiera, quería construir un reactor reproductor, que es básicamente capaz de generar más combustible y que se retroalimenta como una máquina de movimiento perpetuo, es decir: Un reactor nuclear que una vez alimentado funcione por sí solo y de una manera indefinida va generando la fisión sin que haya necesidad de realimentarlo.

David tenía mucho conocimiento sobre cómo hacerlo, pero primero debería de conseguir los ingredientes para crearlo, y no solo eso, sino cómo aislarlos y que tuvieran una pureza suficiente para que el reactor pudiera arrancar y ser autosuficiente.

¿Cómo consiguió los ingredientes?

Todo lo que necesitaba lo encontró de una manera absurda y terrorífica para muchos. Simplemente haciéndose pasar por un profesor de un instituto y explicándole a diferentes asociaciones, autoridades y comités de seguridad nuclear que quería hacer unos experimentos con sus alumnos y que por lo tanto requería ciertas informaciones.

Poco a poco fue juntando información hasta que un técnico de la Comisión Reguladora de la Energía Nuclear de los Estados Unidos consiguió sacarle todo lo necesario para poder tener los datos con los qué terminar su reactor casero.

David consiguió, por otro lado, que una compañía contra incendios le consiguiera 100 unidades con las que extrajo el americio 241 que contenían los detectores de humo.

Cabe mencionar que dichos detectores tienen unas partes radioactivas que están ocultas y el niño logró sacarlos.

Igualmente consiguió varios relojes antiguos de los que eran fluorescentes por la noche que son ricos en radio. También logró abastecerse de linternas viejas que nadie quería de las que extraía torio. Pero lo más alucinante, y de lo que nadie sabe cómo lo sacó, fue que logró tener uranio de Checoslovaquia.

Con todo esto arrancó su reactor nuclear, y lo que pasó después fue aterrador. David tenía un medidor geiger de radiactividad y vio que la radiación aumentaba, incluso, cinco casas a la redonda.

Así que se asustó y se dio cuenta de que había creado un monstruo que había que detener de alguna manera.

Fue entonces que en la madrugada, a eso de las 3 de la mañana, decide tomar su reactor nuclear -siempre sin protección- y llevárselo al auto familiar, fue ahí que vecinos lo vieron y pensaron que alguien andaba robando y llaman a la policía.

Entonces los agentes llegan y lo atrapan cargando el material nuclear en el maletero de su coche. Cuando se vio descubierto por la policía les dijo que no estaba robando, y les contó que había creado un reactor nuclear y no sabía dónde llevarlo.

En ese momento la policía se lo tomó de broma pero al revisar más minuciosamente y ver los objetos extraños lo que pensó es que la persona era un terrorista y quería cometer un atentado con una bomba nuclear.

Entonces David es arrestado y el "juguete" queda resguardado en un lugar indeterminado.

Dos meses después una persona se preguntó sobre quién pudo haber construido ese artilugio que estaba emitiendo tantísima radiación.

Luego de 5 meses más, apenas las autoridades de Estados Unidos acudieron a la casa a descontaminar todo lo que había estado en contacto con el material radiactivo, pero la mamá del niño había tirado algo de material a la basura.

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Luego los expertos llevaron lo que pudieron rescatar a un sitio donde se almacenan objetos y desperdicios atómicos de alta intensidad.

A David le quisieron practicaron una gran cantidad de estudios médicos para ver si había resultado afectado por la radiación, pero se negó a hacerse el chequeo y resto de su vida la vivió en excesos, y enfermedad mental y a la edad de 39 años falleció debido al abuso de las drogas y el alcohol.

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