Confesiones de un adicto al sexo
Drew, criado en un pequeño suburbio de Rochester, tuvo una infancia relativamente normal hasta los once años, cuando su padre tomó la trágica decisión de suicidarse.
NUEVA YORK.-En una entrevista, Drew, un hombre de Rochester, Nueva York, comparte su vida marcada por la adicción sexual y las turbulentas experiencias que lo llevaron a un camino de autodescubrimiento y recuperación.
Drew, criado en un pequeño suburbio de Rochester, tuvo una infancia relativamente normal hasta los once años, cuando su padre tomó la trágica decisión de suicidarse.
Sorprendentemente, la razón detrás de este acto no estuvo relacionada con la depresión o las enfermedades mentales, sino con el temor de que su engaño a la madre de Drew se descubriera.
Drew, en ese momento, comenzó a lidiar con la pérdida de su figura paterna y una profunda sensación de vacío.
En la adolescencia, Drew se convirtió en un patinador que experimentaba con diversas drogas, como MDMA, ácido y marihuana, en un esfuerzo por encontrar emoción en su vida.
Después de graduarse de Comunicación y obtener un trabajo en una empresa de ingeniería, se sintió atrapado en una espiral de nihilismo y depresión.
Se contagió de VIH
Su vida tomó un rumbo aún más oscuro cuando comenzó a buscar relaciones casuales y sexo con personas transgénero, mientras exploraba el mundo de las drogas, incluyendo el uso de crack.
Estos comportamientos lo llevaron a enfrentar problemas de salud, incluyendo el VIH.
Finalmente, Drew se dio cuenta de la necesidad de un cambio y emprendió un viaje de recuperación.
Ha estado sobrio durante cinco meses y está comprometido en compartir su historia para ayudar a otros. Su mayor temor ahora es perder su nueva perspectiva positiva y sentido de propósito.
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