A los 100 años muere el pensador argentino Mario Bunge
Falleció este martes el reconocido científico, fuerte crítico de las "pseudociencias" y premio Príncipe de Asturias en Comunicación y Humanidades, en 1982.

Montreal, Canadá
25 de febrero
Mario Augusto Bunge fue un renombrado físico, filósofo y epistemólogo argentino, que falleció en Montreal, Canadá a la edad de 100 años.
Bunge era un fuerte crítico de las “pseudociencias”, en las que incluía: el psicoanálisis, homeopatía, microeconomía, entre otras.
En una entrevista a Gabriel Arnaiz, de “Perseo” Programa Universitario de Derechos Humanos de la UNAM (Número 80, Octubre de 2019), comentó lo siguiente:
“Una pseudociencia es un cuerpo de creencias incompatibles con el fondo de conocimiento científico. Le he dedicado mucho tiempo a esta cuestión porque me asombra y alarma el que haya tantos científicos y filósofos crédulos. Creo que es un indicador de que se puede ser muy competente en un rincón del saber y tonto en cuestiones fundamentales, porque los conocimientos científicos suelen enseñarse de a uno, y porque no se los acompaña de reflexión metodológica, o sea, no se habitúa al estudiante a preguntarse cómo se sabe tal o cual cosa.”
Estuvo en la “Cátedra Frothingham de Lógica y Metafísica” en la Universidad McGill, de Montreal, Canadá, donde vivió más de medio siglo al salir de su país natal en 1963 por motivos políticos.
Fue profesor universitario de Filosofía en Argentina, Alemania, México, Estados Unidos, Australia, Dinamarca y Suiza.
Para Bunge la verdad tenía que tener evidencias científicas, aunque "Es más fácil seguir a quien dice que no existe la verdad que seguir a quien busca la verdad", comentó en una entrevista al diario argentino La Nación este año. Y añadió que "se ve eso debido a la influencia del presidente (estadounidense, Donald) Trump, quien por lo visto no cree en la verdad.”
En una entrevista a Antonio Calvo del periódico El País, de 1 de mayo de 2014, al ser cuestionado por el periodista sobre “un cierto rechazo actual de la sociedad hacia la ciencia, en cuestiones como las vacunas y a qué se debe”, el científico fue enfático al responder: “Es parte de la rebelión de los ineducados. Hay dos clases de rebeldes, los que saben algo y los que no saben nada y se rebelan contra todo y creen que todos los organismos del Estado, incluso las escuelas, son parte de una conspiración para dominar a la gente. Es la noción del saber entendido solo como un arma política. Se puede utilizar como arma política, pero la ciencia tiene una finalidad, estimular y satisfacer la curiosidad.”
Bunge propuso una defensa del “socialismo como cooperativismo”, y una filosofía que denominó “"materialismo sistémico".
Autor de más de 70 libros como: “Tecnología, ciencia y filosofía” (1963), “Pseudociencia e ideología” (1985), “Crisis y reconstrucción de la filosofía” (2002), “Intuición y razón” (2005), entre otros. También fue distinguido con 21 doctorados honoris causa y en 1982 con el premio Príncipe de Asturias en Comunicación y Humanidades. Además del Guggenheim Fellowship y el Premio Ludwig von Bertalanffy.
Con información de Afp y El País
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