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¿Reapareció el sarampión en México?

El sarampión estaba eliminado en Estados Unidos y ha renacido por padres que exentan de la vacunación a sus hijos, por creencias o convicciones.

CIUDAD DE MÉXICO.- La cercanía con Estados Unidos y la penetración global de la pseudociencia hacen necesaria una evaluación en México sobre la reaparición del sarampión.

Al respecto, en entrevista con EL UNIVERSAL, el doctor Alejandro Macías, investigador nacional nivel 3, lamenta que "las tasas de vacunación han caído en muchos países, principalmente por información negativa sobre las vacunas difundida en redes sociales, publicaciones con resultados falsos y teorías de conspiración. Otro problema es que hay muy pocos productores mundiales de la vacuna".

La alerta ha tomado relevancia ante lo concluido por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos: 2018 fue el año en que más casos de sarampión se registraron en dicho país en los últimos 20 años.

"El sarampión estaba eliminado en Estados Unidos y ha renacido por padres que exentan de la vacunación a sus hijos, por creencias o convicciones. (Asimismo) Los actuales brotes de sarampión son fallas de los gobiernos respecto de sus obligaciones con la salud pública, ya sea por no adquirir vacunas o por permitir que los grupos que se oponen a ellas hagan de las suyas", reitera el doctor Macías Hernández.

Datos que generan confianza

A su vez, el doctor Gerardo López, director de asistencia pediátrica integral en el Instituto Nacional de Pediatría de la Ciudad de México, coincide en que, "definitivamente, la falta de vacunación es el primer factor que origina las epidemias contemporáneas de sarampión.

"Tenemos la experiencia de finales de los ochenta, cuando nuestro país tuvo un brote de sarampión muy fuerte y, en ese momento, más de la mitad de los niños contagiados no tenían vacuna. Entonces, es un ejemplo claro de que la vacunación es determinante en los brotes epidémicos", enfatiza el alergólogo e infectólogo pediatra.

López Pérez aclara que la posibilidad de un repunte en los casos de esta infección viral radica en la decisión de exentar a los niños de las vacunas.

"A nivel mundial, cuando hay falta de vacunación, no es por la carencia de planes y políticas de aplicación de la vacuna, sino por la resistencia que se está teniendo en algunos grupos poblacionales que no permiten que sus niños se vacunen, tanto por errores de información como por creencias religiosas.

"Esto hace que aumente la población vulnerable y se tenga un modo de transmisión más eficaz para el virus. Por eso han ocurrido los brotes reportados en diferentes partes del mundo", agrega.

Pese al delicado panorama, el pediatra asegura que el problema se ha contenido en México por las virtudes de los programas sanitarios de los últimos 30 años, al igual que la fortaleza relativa del sistema nacional de atención médica.

"En el caso mexicano, podemos afirmar que la cobertura de vacunación del sarampión es muy adecuado y ha permitido, hasta el momento, eludir este tipo de brotes. De igual manera, el sistema de salud nacional debería, sin ningún problema, poder atender a la población en la eventualidad de un brote", confía.

Para lograrlo, el doctor López explica que en el país existe una guía para el diagnóstico y tratamiento del sarampión para los médicos de primer contacto.

En caso de "complicaciones, los hospitales del país de segundo y tercer nivel cuentan con personal especializado para resolver el problema".

De cualquier modo, en condiciones de detección temprana y con los cuidados médicos y familiares adecuados, el sarampión infantil debe acontecer como una infección perfectamente curable.

"En el caso de algún niño que desarrollara la enfermedad, las posibilidades de recuperación son muy buenas. Por supuesto, depende del estado nutricional e inmunológico de cada paciente, pero en condiciones normales, la recuperación debería lograrse plenamente. Las complicaciones que llega a haber con el sarampión no son tan frecuentes, pero sí son aparatosas", asegura el experto.

¿Y en los adultos?

Una de las preocupaciones en torno a los repuntes inesperados del sarampión en Estados Unidos y algunos países europeos (como Alemania e Italia) es sobre la posibilidad de que la población adulta que fue vacunada hace tres, cuatro o cinco décadas haya perdido, progresivamente, inmunidad ante el virus.

En ese sentido, el doctor López destaca "que la vacuna produce una reacción inmunológica de protección casi permanente. Hay algunos estudios en los que se ha considerado la revacunación durante la adolescencia, donde existe una ligera disminución de esta protección. Pero, por lo general, el individuo que recibe su vacuna al año de vida, con el refuerzo a los cinco años de edad, posee un perfil de protección muy elevado.

"Solo en condiciones clínicas como enfermedades debilitantes, situaciones de estrés extremo o falta de nutrición adecuada pueden llevar a una predisposición a infectarse", subraya.

En el caso del diagnóstico de sarampión en adultos, para que éste se verifique, hay dos factores principales: que el paciente nunca haya sido vacunado o, bien, que sufra alguna condición debilitante, como la desnutrición.

"También están las que comprometen la respuesta de defensas. El cáncer es lo más frecuente en la actualidad, aunque estaríamos hablando de cánceres muy agresivos; o el sida, si no está bien tratado. El sarampión es de temer en la adultez, pero solo si está asociado a una carencia de vacunación o a uno de estos cuadros", concluye López Pérez.

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