Demócratas y republicanos sin acuerdo: 750 mil empleados en riesgo por cierre de gobierno en EU

WASHINGTON.- Las esperanzas de un rápido fin al cierre del gobierno en Estados Unidos se desvanecían este viernes, mientras republicanos y demócratas se preparaban para una prolongada disputa y el presidente Donald Trump alistaba planes para despidos y recortes en el gobierno federal.

En el tercer día del cierre, los senadores regresaron al Capitolio para otra votación sobre la financiación, pero no hubo señales de avance real. Los demócratas exigen la extensión de beneficios de salud, mientras que los republicanos buscan presionarlos con votaciones diarias para reabrir el gobierno bajo los mismos niveles de gasto.

El líder de la mayoría del Senado, John Thune, advirtió que sin al menos 60 votos la negociación no prosperará. Con 47 escaños, los demócratas han encontrado una rara oportunidad para exigir concesiones políticas en torno al tema de la salud, buscando extender los créditos fiscales de la Ley de Cuidado de Salud Asequible (ACA).

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El líder demócrata en la Cámara, Hakeem Jeffries, aseguró que más de 20 millones de estadounidenses enfrentarán aumentos en primas y copagos si los republicanos no ceden.

Por su parte, Trump defendió que el cierre representa una “oportunidad sin precedentes” para recortar agencias federales y despedir trabajadores, mientras su equipo retiene miles de millones de dólares en proyectos de infraestructura, incluso 2 mil 100 millones en Chicago.

La Oficina de Presupuesto del Congreso advirtió que 750 mil empleados federales podrían quedar sin sueldo, con pérdidas diarias de 400 millones de dólares en salarios, afectando la economía nacional.

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Mientras tanto, en el Senado surgen conversaciones iniciales para negociar una extensión temporal de los subsidios de la ACA, aunque sin respaldo firme del liderazgo político. La senadora Amy Klobuchar pidió a los republicanos buscar “terreno común” para evitar que el impacto en salud golpee especialmente a comunidades rurales.

Aún sin un acuerdo claro, ambos partidos confían en que la opinión pública culpará al contrario, mientras el cierre parece encaminarse a durar más días.