Millones morirán por sida si no se restituye la ayuda estadounidense contra el VIH/Sida, advierte la ONU
Solo en Nigeria, por ejemplo, el programa financiaba el 99.9% del presupuesto nacional para medicamentos de prevención del VIH.

LONDRES, Reino Unido.- Décadas de progreso en la lucha global contra el sida podrían desmoronarse si no se recuperan los fondos que Estados Unidos retiró abruptamente a inicios de 2024, advirtió este jueves el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida (ONUSIDA). La decisión ha generado un “shock sistémico” que amenaza con revertir avances históricos y pone en riesgo millones de vidas, en particular en África y Asia.
Según ONUSIDA, si no se sustituye el financiamiento suspendido por el gobierno de Donald Trump, el mundo podría enfrentar más de cuatro millones de muertes adicionales por sida y seis millones de nuevas infecciones por VIH de aquí a 2029.
Ya se han desestabilizado cadenas de suministro, cerrado instalaciones de salud, dejado sin personal a miles de clínicas y detenido programas de prevención”, detalló el organismo internacional.
Suspensión de la ayuda exterior
En enero, el presidente Trump ordenó la suspensión de toda ayuda exterior, lo que incluyó el cierre de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y la eliminación de 4 mil millones de dólares prometidos para el combate al VIH hasta 2025. Esta decisión afectó directamente al programa PEPFAR, creado en 2003 por George W. Bush y considerado el mayor compromiso individual de cualquier país en la lucha contra una sola enfermedad.
Solo en Nigeria, por ejemplo, el programa financiaba el 99.9% del presupuesto nacional para medicamentos de prevención del VIH. A nivel global, ha apoyado pruebas para más de 84 millones de personas y tratamientos para más de 20 millones, de acuerdo con ONUSIDA.
Andrew Hill, investigador de VIH en la Universidad de Liverpool, cuestionó la falta de aviso: “Cualquier gobierno responsable habría dado un aviso previo para que los países pudieran planificar, en lugar de dejar a pacientes sin atención médica de la noche a la mañana”.
Riesgo de una catástrofe sanitaria
En 2024 se reportaron unas 630 mil muertes relacionadas con el sida, una cifra que ha permanecido estable desde 2022, pero muy por debajo del pico de dos millones registrado en 2004. Sin embargo, el progreso es desigual: la mitad de las nuevas infecciones ocurren en África subsahariana, y más del 50% de las personas sin acceso a tratamiento están en África y Asia.
Organizaciones como Médicos Sin Fronteras advierten que, sin la participación de Estados Unidos, ningún otro país puede llenar el vacío financiero.
Dentro de meses de perder el tratamiento, la gente comenzará a enfermar gravemente y corremos el riesgo de un aumento masivo en infecciones y muertes”, alertó Tom Ellman, director médico de la ONG en Sudáfrica.
Otra consecuencia grave es la pérdida de datos. “Estados Unidos financiaba gran parte de la vigilancia del VIH en África”, dijo el doctor Chris Beyrer, de la Universidad de Duke. “Sin datos confiables, será increíblemente difícil detener el virus”.
Un posible avance bloqueado por el costo
La crisis llega en un momento en el que la ciencia ha dado un salto crucial. El mes pasado, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EEUU aprobó el medicamento Yeztugo, una inyección semestral con 100% de eficacia preventiva contra el VIH, según estudios recientes. Activistas consideran que esto pudo haber sido un parteaguas en la erradicación de la epidemia.
Pero el precio vuelve a ser un obstáculo. Aunque el fabricante Gilead acordó vender versiones genéricas en 120 países con altas tasas de VIH, casi toda América Latina quedó excluida, a pesar de que en la región las infecciones van en aumento.
Podríamos estar acabando con el sida. En cambio, Estados Unidos está abandonando la lucha”, lamentó Peter Maybarduk, de la organización Public Citizen.
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