Israel continua atacando Beirut, el cielo queda lleno de humo

BEIRUT. — Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) confirmaron el domingo por la noche la realización de varios ataques aéreos dirigidos a objetivos de Hezbollah en Beirut, Líbano. La Fuerza Aérea Israelí (FAI) informó que entre los objetivos alcanzados se encuentran la sede de inteligencia de Hezbollah, así como instalaciones de almacenamiento de armas y otros sitios estratégicos en la capital libanesa. Además, la FAI extendió sus ataques a la región de Beqaa, en el sur del Líbano, donde destruyó centros de mando y un lanzador de cohetes perteneciente a Hezbollah.

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La estrategia de Hezbollah y el riesgo para civiles

Según las FDI, Hezbollah ha “incrustado deliberadamente” sus centros de mando e instalaciones de almacenamiento de armamento en edificios residenciales en Beirut, lo que, según Israel, pone en riesgo a la población civil. Esta táctica ha generado preocupación sobre la seguridad de los habitantes de las áreas afectadas, ya que las operaciones militares de Israel buscan debilitar la capacidad de ataque de Hezbollah. Un equipo de CNN que se encontraba en Beirut presenció múltiples explosiones que iluminaron el cielo de la ciudad durante los ataques.

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Desde que Israel lanzó su última ofensiva bélica contra Hezbollah a finales del mes pasado, el conflicto ha dejado un saldo trágico. De acuerdo con el Ministerio de Salud del Líbano, más de 1.400 personas han perdido la vida en el país como resultado de la escalada de violencia. Las operaciones militares de Israel y las respuestas de Hezbollah han intensificado la situación humanitaria en la región, aumentando las tensiones en un contexto ya frágil.

Respuesta de Hezbollah y la escalada del conflicto

Hezbollah, por su parte, también lanzó una andanada de cohetes hacia el norte de Israel el mismo domingo por la noche, intensificando así el intercambio de ataques entre ambos bandos. Este ciclo de violencia pone de manifiesto la creciente inestabilidad en la región y plantea serios desafíos para la seguridad de los civiles en ambos lados de la frontera. A medida que el conflicto continúa, la comunidad internacional observa con preocupación, instando a ambos lados a la desescalada y al diálogo para evitar una mayor pérdida de vidas y daños.