¿Quién fue Maria Branyas? Muere “como quería” la persona de mayor edad del mundo a los 117 años

MADRID, España — Este martes, la familia de María Branyas, conocida por ser la persona más anciana del mundo, confirmó su fallecimiento a la edad de 117 años.

¿Cómo murió María Branyas?

María, quien nació en Estados Unidos pero vivió la mayor parte de su vida en España, se despidió del mundo de la manera que deseaba: mientras dormía, en paz y sin dolor, según un comunicado publicado en catalán en su cuenta oficial en la red social X.

María Branyas se convirtió en la persona más longeva del planeta después de la muerte de la monja francesa Lucile Randon el año pasado, título otorgado por el Gerontology Research Group, una organización que verifica la edad de personas centenarias en todo el mundo.

Mundo | Noticias de México | EL IMPARCIAL

España busca reforzar la cooperación estratégica entre la Unión Europea y América Latina ante los desafíos de la guerra comercial de Estados Unidos

Ahora, el título de la persona más longeva pasa al japonés Tomiko Itooka, quien tiene 116 años.

A lo largo de su vida, Branyas acumuló recuerdos históricos que compartió con su familia, como su travesía por el Atlántico durante la Primera Guerra Mundial.

Nació el 4 de marzo de 1907 en San Francisco y pasó su infancia en Nueva Orleans, donde su padre fundó una revista antes de regresar a España.

La super abuela catalana superó el Covid

Durante la pandemia de Covid-19, Branyas dio positivo a la edad de 113 años, pero logró superar la enfermedad sin síntomas graves, demostrando una vez más su notable fortaleza.

En su cuenta de X, conocida como “Super abuela catalana”, se describía a sí misma con las palabras: “Soy vieja, muy vieja, pero no idiota”.

En sus últimos días, Branyas expresó su aceptación ante la inevitable llegada de la muerte, diciendo a su familia:

No sé cuándo, pero muy pronto este largo viaje habrá terminado. La muerte me encontrará gastada por haber vivido tanto, pero quiero que me encuentre sonriente, libre y satisfecha”.

María Branyas vivía en una residencia de ancianos en Olot, Cataluña, donde continuó siendo una fuente de inspiración para muchos hasta su último día.