Mujer queda paralizada luego estar varios días limpiando su casa: ¿Qué le pasó?

INGLATERRA.- Cherrie Austin, una joven madre de 28 años, presentó cansancio extremo por limpiar su casa.

Sin embargo, lo que pensó que era agotamiento, resultó ser una grave condición médica que la dejó paralizada.

Cherrie explicó que durante días se había dedicado a limpiar intensamente su casa. Admitió que a menudo “se esforzaba demasiado”, llegando a marease mientras usaba la aspiradora, lavaba la ropa y cambiaba las sábanas.

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Este exceso de actividad la llevó a colapsar.

¿Qué llevó a Cherrie Austin a quedar paralizada?

Un día, su pareja, Jonny Morcam, la encontró en el suelo, rodeada de vómito. Inmediatamente la bajó del apartamento y, con la ayuda de un desconocido, la subió a un auto para llevarla al hospital. Allí descubrieron que Cherrie tenía un pulmón colapsado, aunque no podían identificar la causa, informó Telediario.

El 25 de febrero, Cherrie fue inducida al coma y conectada a un respirador. Los médicos también le colocaron una sonda para su alimentación.

En ese momento, los médicos temieron que no sobreviviera, por lo que llamaron a sus amigos y familiares para despedirse.

Después de nueve días en coma, Cherrie despertó, pero estaba paralizada del cuello para abajo. Los médicos diagnosticaron un derrame espinal, una condición similar a los accidentes cerebrovasculares, que ocurre cuando el flujo sanguíneo a la columna vertebral se bloquea.

Cherrie había experimentado mareos y un intenso dolor de espalda durante sus rutinas de limpieza, síntomas que había ignorado durante meses.

Diagnóstico de Síndrome de Ehlers-Danlos

Los médicos revelaron que Cherrie padece el síndrome de Ehlers-Danlos, una enfermedad que afecta el sistema muscular y articular, causando hiperflexibilidad y músculos muy tensos.

Este síndrome hizo que el cuello de Cherrie se extendiera más hacia adelante y hacia atrás de lo normal, lo que, según los médicos, pudo haber ejercido presión sobre los vasos sanguíneos, causando el derrame espinal.

Actualmente, Cherrie se encuentra en Weymouth, Dorset, en Inglaterra, aprendiendo a mover su cuerpo nuevamente. Aunque sufre de dolor constante y espasmos severos, ha logrado recuperar algo de movimiento en su cuello, brazo y dedos de los pies. Mantiene la esperanza de seguir avanzando en su recuperación.

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