Científico chino retoma su investigación sobre edición genética de embriones

PEKÍN, China.- El científico chino He Jiankui, conocido por su polémico experimento de edición genética en embriones humanos en 2018, ha vuelto a la escena científica tras cumplir una condena de tres años de prisión en China.

Según informó en una entrevista con el diario japonés Mainichi, Jiankui está retomando su investigación sobre la edición del genoma de embriones humanos para el tratamiento de enfermedades.

He Jiankui señaló que su objetivo principal es tratar enfermedades genéticas raras, como la distrofia muscular de Duchenne o el Alzheimer genéticamente determinado, mediante la edición del genoma y afirmó que cumplirá con las normas locales e internacionales y que utilizará embriones desechados para sus investigaciones.

Establecimiento de laboratorios en China

Tras su excarcelación en 2022, He Jiankui habría establecido tres laboratorios en China, incluyendo sedes en Pekín y Wuhan, según Mainichi.

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El biofísico causó controversia en 2018 al afirmar que había creado a las primeras gemelas manipuladas genéticamente para resistir al VIH, lo que provocó críticas internacionales debido a preocupaciones éticas.

He Jiankui lamentó las críticas recibidas y reconoció que su investigación fue “apresurada”, pero no ofreció explicaciones sobre su decisión de llevar a cabo el experimento de manera ilegal. Afirmó sentirse orgulloso de sus logros y aseguró que las gemelas están sanas.

El escándalo llevó a China a revisar sus regulaciones sobre modificación genética en humanos, ahora exigiendo una aprobación nacional para investigaciones clínicas en este campo.

Planes frustrados en Hong Kong

En 2023, He Jiankui tenía la intención de llevar a cabo investigaciones de edición genética en Hong Kong utilizando inteligencia artificial, pero sus planes se vieron frustrados después de que las autoridades hongkonesas anulasen su visado de trabajo.

He Jiankui expresó su confianza en que la sociedad eventualmente aceptará la edición genética como una práctica común y segura para el tratamiento de enfermedades genéticas, a pesar de las críticas y desafíos que ha enfrentado.

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