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Agricultores de Europa suben tono de sus protestas: derriban e incendian estatua frente a Eurocámara

Se manifiestan en contra de las tarifas reducidas impuestas por las compañías distribuidoras, las normativas ambientales, el exceso de trámites administrativos y los tratados de comercio libre.

Una estatua del monumento que adorna el centro de la plaza de Luxemburgo, ante la sede del Parlamento Europeo en Bruselas, aparece derruida este jueves en el transcurso de las protestas de los agricultores de varios países europeos. | EFE

BRUSELAS.- Centenares de agricultores, predominantemente de nacionalidad belga pero también provenientes de otras regiones como Países Bajos e Italia, expresaron su descontento el jueves en Bruselas, manifestando su preocupación acerca del futuro a causa de las decisiones de la Unión Europea.

Durante una serie de protestas, más de 1,300 tractores bloquearon la ciudad, y la estatua de John Cockerill, emblemática figura de la industria belga, fue incendiada como parte de las acciones llevadas a cabo.

Los vehículos, que comenzaron a desplegarse por la ciudad en la noche del miércoles al jueves, se congregaron sobre todo en la plaza de Luxemburgo, junto al Parlamento Europeo, donde los agricultores tiraron petardos, encendieron hogueras y desplegaron pancartas con mensajes como: “Esta no es la Europa que queremos” o “Agricultura en peligro”.

Los agricultores se sientan encima de una maquinaria agrícola durante una protesta cerca del Parlamento Europeo al margen de una cumbre de la UE en Bruselas, Bélgica, el 01 de febrero de 2024. | EFE

Precisamente allí fue donde los representantes del sector agrario protagonizaron el incidente más grave de las acciones llevadas a cabo este jueves: la quema de la estatua del industrial de origen británico John Cockerill, conocido como “Padre de los obreros” y responsable de abrir en el siglo XIX importantes acerías en el país.

Además, lanzaron huevos contra la fachada del edificio del Parlamento Europeo.

Largas filas de tractores invadieron algunas de las calles de los alrededores del edificio del Consejo, que permanecieron vigiladas por un enorme despliegue policial que mantuvo a los vehículos alejados de la cumbre de líderes europeos celebrada este jueves.

Según el responsable de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA) en Bruselas, José María Castilla, unos 1,500 tractores y entre 2,000 y 3,000 agricultores participaron en las acciones de este jueves, aunque la policía los dispersó “en el último momento” y eso les obligó a quedarse en distintos puntos de la ciudad, como el Atomium o el parque del Cincuentenario, explicó.

¿Qué es lo que buscan los agricultores?

Todos los agricultores, pese a proceder de distintos países, piden lo mismo, según el representante de ASAJA.

Aunque a la gente le sorprenda, esto es un problema europeo, aunque nos hayan querido vender (...) que esto es una competencia desleal europea entre los agricultores. Es mentira”, subrayó.

Castilla explicó que hay “tres cosas fundamentales” que sufren los agricultores y ganaderos, empezando por el “ahogamiento de la legislación” y “una falta de respeto y consideración” del sector, al que no se ha incluido “nunca” a la hora de hacer de elaborar políticas europeas como el Pacto Verde o la estrategia De la Granja a la Mesa.

En tercer lugar, está la “falta de las cláusulas espejo”, que obliguen a las importaciones agroalimentarias de terceros países a respetar los mismos estándares que los productos europeos.

Es imposible que los agricultores europeos sigamos compitiendo si el resto de países extracomunitarios como Marruecos o el futuro acuerdo Mercosur no va a cumplir con los mismos estándares”, dijo.

Llegado de Calabria para participar en las protestas, Enrico Parisi, delegado Nacional de Coldiretti, la mayor asociación de ganaderos y agricultores de Italia, dijo a EFE que el problema no es que los productores estén en contra de la UE, sino que piden una política diferente.

Nosotros amamos a Europa, pero no este tipo de Europa. Queremos una Europa (...) que no esté lejos de nosotros, con la que podamos caminar para construir juntos un nuevo modelo de negocio y de cultura. Que nos permita trabajar también con otros países”, dijo.

Para este joven agricultor, las normas actuales van a llevar a una disminución de la producción y obligará a “importar más comida de otros países, que no respetan las mismas normas que nosotros (...) para una producción de elevada calidad. Ese es el punto crucial”, explicó.

Por su parte, en nombre de la Federación Valona de la Agricultura, Anne Laure Michiels señaló a EFE que “Europa debe comprender los problemas de los agricultores, esa legislación ambiental que no para de añadirse”.

“Son normas que pueden ser contraproducentes. Nosotros queremos ser sostenibles, pero esa sostenibilidad debe ser no solo ambiental, también social y económica”, subrayó.

El malestar del campo europeo no figuraba en la agenda de la cumbre europea, pero algunos mandatarios se refirieron al asunto a su llegada a la reunión.

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