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Hombre que provocó incendio en estudio de anime japonés, matando a 36 personas, es condenado a muerte

El incendio fue considerado como el más mortífero en Japón desde 2001.

Hombre condenado a muerte por incendio provocado en estudio de anime japonés que mató a 36 personas.

JAPÓN.- Un tribunal japonés ha condenado a muerte a un hombre tras ser declarado culpable de asesinato y otros delitos el jueves, por llevar a cabo un impactante ataque incendiario en un estudio de anime en Kioto, Japón, que mató a 36 personas.

El Tribunal de Distrito de Kioto dijo que encontró al acusado, Shinji Aoba, mentalmente capaz de enfrentar el castigo por los crímenes y anunció su pena capital después de un receso en una sesión de dos partes el jueves, informa el NY Post.

El crimen

Aoba irrumpió en el estudio número uno de Kyoto Animation el 18 de julio de 2019 y le prendió fuego.

Se creía que muchas de las víctimas habían muerto por intoxicación por monóxido de carbono.

Más de 30 personas más resultaron gravemente quemadas o heridas.

Unas 70 personas estaban trabajando dentro del estudio en el sur de Kioto, la antigua capital de Japón, en el momento del ataque.

Un acto de venganza al estilo anime

El juez Keisuke Masuda dijo que Aoba había querido ser novelista pero no lo consiguió y por eso buscó venganza, asegurando que Kyoto Animation había robado novelas que presentó como parte de un concurso de la empresa, según la televisión nacional NHK.

NHK también informó que Aoba, que estaba sin trabajo y con dificultades financieras después de cambiar repetidamente de trabajo, había planeado un ataque separado en una estación de tren al norte de Tokio un mes antes del incendio provocado en el estudio de animación.

Aoba planeó los ataques después de estudiar casos penales anteriores relacionados con incendios provocados, dijo el tribunal en el fallo, señalando que el proceso demostró que Aoba había premeditado el crimen y era mentalmente capaz de asumir sus cargos, contrario a lo que sus abogados arumentaban.

Aoba, de 45 años, sufrió graves quemaduras y estuvo hospitalizado durante 10 meses antes de su arresto en mayo de 2020. Apareció ante el tribunal en silla de ruedas.

El incendio fue el más mortífero en Japón desde 2001.

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