Balseros guatemaltecos viven crisis en el río Sushiate
Desde el 7 de junio -tras el anuncio presidencial- en el Suchiate se redujo drásticamente el trasiego de indocumentados, verduras, camarón, ropa, etc...

SUCHIATE, Chiapas.-Tras escuchar las noticias, Francisco Treviño buscó su credencial de elector, la desempolvó y la echó al bolsillo de su pantalón para después salir a buscar su balsa fabricada con dos neumáticos y cinco tablas en la orilla del río Suchiate.
-¡No te vayas a enfrentar con los de la Guardia Nacional!-, le gritó su mujer cuando el hombre caminaba hacía "Los Rojos", uno de los siete puntos de salida de embarcaciones, como la de él, que zarpan con mercancía que no paga impuestos y migrantes sin visa rumbo a Guatemala y viceversa.
La noticia que había dado el Presidente Andrés Manuel López Obrador sobre el arribo de la Guardia Nacional (GN) a Chiapas, que se estrenaría conteniendo la migración como parte de un acuerdo con Estados Unidos, inquietó a 800 balseros, en mayoría guatemaltecos, que se ganan la vida en el río fronterizo.
Desde el 7 de junio -tras el anuncio presidencial- en el Suchiate se redujo drásticamente el trasiego de indocumentados, verduras, camarón, ropa, cervezas, frutas, artículos de limpieza, perros, vasijas y todo lo que en una balsa puede caber.
Los controles migratorios pegaron de lleno en la economía, pues las ganancias de hasta mil 200 pesos al día que tenían los balseros se redujeron en 50 por ciento.
Francisco es un hombre robusto, de piel oscura y carácter duro. Nació en este municipio y hace ocho años regresó de Estados Unidos.
Como repatriado debió elegir en las opciones que ofrece este pueblo para trabajar con mercancías o migrantes: balsero, cargador, triciclero, taxista, transportista o en las grandes cadenas comerciales de Tapachula y Huixtla. En ese orden.
Quizá eligió la primera porque el Suchiate le recuerda al indocumentado que alguna vez fue o porque en un futuro este oficio podría heredarlo a sus hijos, como lo han hecho varios de sus compañeros que forman una gran familia a lo largo de los 4 kilómetros de margen seccionado por galeras de lámina y horcones de colores que limitan los grupos de trabajo.
El día que tres hombres de la Secretaría de Marina (Semar) se acercaron al balsero a pedirle su credencial de elector a fin de regresar a quienes recién habían cruzado sin documentación Francisco la olvidó.
No la traigo porque en este trabajo se me puede mojar, váyanse no los queremos aquí", les gritó, mientras el resto de sus colegas se juntaron para enfrentar a los uniformados.
El balsero había olvidado lo que días antes su mujer le recomendó.
Impacto binacional
Cuando Doña Lola vio por Facebook que López Obrador enviaría militares al sur de México se preocupó. Sabía que la cosa se iba a poner fea para pasar mercancía.
Ese mismo día encargó a su hija con su madre y viajó una hora desde Coatepeque, Guatemala, hasta el Suchiate.
Lo hizo como lo ha hecho dos veces por semana desde hace 30 años, cargando 20 mil quetzales (unos 50 mil pesos), usando la balsa y prefiriendo el transporte público.
Esa fue su última compra en México por miedo a que le quitaran su mercancía, a su regresó pidió a los abarroteros de este pueblo le enviaran fotos por WhatsApp para ver cómo pintaba el sitio ante la llegada de la Guardia.
Los controles impactaron a los balseros, a unos 600 cargadores, dos mil tricicleros, mil taxistas, cientos de transportistas y a los dueños de grandes cadenas comerciales de Tapachula, cuyos principales clientes son guatemaltecos.
La desolación que se vive en el afluente hace recordar cuando las "Maras" asustaban a los migrantes, comerciantes y tripulantes de balsas hace más de una década.
"¡Le pedimos a la gente de Tapachula se una y defendamos este trabajo!", exclamó Juan Villatoro, líder de taxistas de Suchiate a Tapachula, frente a unos 80 representantes de varios sectores afectados por la presencia de la Guardia.
Molestos se reunieron en el auditorio de este municipio en su afán para que la Alcadesa Eloína Hernández frenara la política migratoria.
- Aquí la Guardia Nacional no pasará. No hay otro trabajo para uno, para todo dependemos de la mercancía y no de los migrantes que ¡quede claro!-, dijo El Pijiji quien afirmó no tener miedo de que en próximos días algo malo vaya a pasar en el Suchiate.
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