A partir de 2027, el Gobierno plantea una reducción gradual de la jornada laboral; el Frente Nacional por las 40 Horas lo rechaza y exige aplicación inmediata

MÉXICO.- El debate sobre la reducción de la jornada laboral en México entró en una etapa decisiva. El Gobierno de Claudia Sheinbaum presentó una propuesta para disminuir la semana laboral de 48 a 40 horas de manera gradual, a partir de 2027 y hasta 2030. Sin embargo, el Frente Nacional por las 40 Horas, el bloque más amplio de organizaciones laborales que impulsa una reforma inmediata, rechazó la iniciativa con firmeza y la calificó como un “engaño” a la clase trabajadora.

Esta información fue confirmada por documentos oficiales y reportes públicos difundidos por el propio Frente y por la STPS, además del contexto de discusión legislativa en curso.

La confrontación entre ambas posturas abre un debate de fondo: ¿México debe adoptar un recorte gradual para proteger a las empresas o una reducción inmediata como exigen los colectivos laborales?

México

Ya es oficial: Sheinbaum confirmó la jornada laboral de 46 horas a partir de enero de 2027 y las empresas tendrán todo el 2026 para adecuarse a la reducción a 40 horas

¿En qué consiste la propuesta del Gobierno?

El planteamiento del Gobierno federal, respaldado por la Secretaría del Trabajo y diversos sectores empresariales, propone:

• Reducir dos horas por año, de 48 a 40.
• Iniciar el proceso en 2027 y concluirlo en 2030.
• Mantener un solo día de descanso semanal obligatorio, sin modificar el esquema actual.
• Crear un registro electrónico de jornadas para verificar el cumplimiento.

Según la administración federal, esta ruta permitiría una transición ordenada sin repercusiones económicas abruptas, siguiendo modelos graduales que otros países han implementado en la última década.

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¿Por qué el Frente Nacional por las 40 Horas rechaza la iniciativa?

El Frente sostiene que la reforma propuesta es insuficiente, tardía y difícil de hacer cumplir. Estos son sus principales señalamientos:

a) La reducción debe ser inmediata, no en 3 años

Argumentan que México tiene casi 100 años de retraso respecto a las recomendaciones originales de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Por ello consideran inaceptable extender la transición hasta 2030.

b) Si va a ser gradual, la meta debe ser 35 horas

El Frente propone que, si el Gobierno insiste en una ruta paulatina, el objetivo final debe ser una jornada semanal de 35 horas, como ocurre en países europeos donde la tendencia apunta a semanas laborales más cortas.

c) Insuficiencia crítica de inspectores laborales

Este es el señalamiento más fuerte: México cuenta con entre 600 y 800 inspectores federales activos, según los informes públicos de la Secretaría del Trabajo.

Esto es insuficiente para supervisar:

• Más de 5 millones de centros de trabajo,
• Cerca de 60 millones de trabajadores en la fuerza laboral.

Para el Frente, sin supervisión real, la reforma quedará “en papel”.

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d) Riesgo de más horas extras “no voluntarias”

La iniciativa del Gobierno contempla ampliar el margen de horas extras voluntarias hasta 12 por semana.

El Frente afirma que:

• En un contexto de baja protección laboral
• Con alta desigualdad
• Con millones de trabajadores sin contratos formales

La voluntariedad es una ficción. Temen que las empresas presionen para imponer horas extra, anulando el beneficio de la jornada reducida.

Otras críticas: descanso insuficiente e impacto en la calidad de vida

Expertos independientes y legisladores como Patricia Mercado señalan que, al no incluir dos días de descanso, la reducción de horas diarias tendrá un impacto limitado en la calidad de vida.

En los países donde la semana laboral corta ha mejorado productividad y bienestar—como Islandia, Francia o España—el elemento común es:

• 40 horas o menos,
• distribuidas en cinco días,
• con dos días de descanso consecutivo.

La iniciativa mexicana mantiene el esquema tradicional de seis días de trabajo y uno de descanso, lo que, según críticos, inhibirá los beneficios reales para las familias.

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Protestas, presión social y expectativas para 2026

El Frente Nacional por las 40 Horas ha mantenido movilizaciones durante dos años consecutivos.Una de las más visibles ocurrió el 23 de noviembre de 2025, cuando cientos de trabajadores protestaron frente al Senado exigiendo que la reforma dejara de posponerse.

Para 2026 se prevé que la discusión se intensifique, pues:

• La reducción de la jornada es una promesa de campaña,
• México es uno de los países con más horas trabajadas al año en la OCDE,
• La reforma laboral es prioridad para colectivos sindicales, académicos y organizaciones de derechos laborales.

La propuesta del Gobierno federal y el rechazo del Frente Nacional por las 40 Horas reflejan una tensión histórica entre los tiempos políticos, las capacidades de inspección del Estado y las demandas de la clase trabajadora.

Mientras la administración de Sheinbaum apuesta por una transición gradual que reduzca el impacto para las empresas, el Frente insiste en que sin aplicación inmediata, sin supervisión real y sin días de descanso adicionales, la reforma corre el riesgo de convertirse en un avance simbólico, pero no en un cambio de fondo.

La discusión continuará en 2026 y podría definir una de las transformaciones laborales más importantes en décadas.