Contaminación de Pemex y rompeolas en puerto de Salina Cruz, que alejó el mar casi 1 kilómetro, están afectando la producción de sal, de la cual dependen cerca de 500 familias de la zona
Además del impacto ambiental, los salineros enfrentan restricciones de acceso a la playa por parte de la Semar y el incumplimiento del gobierno, incluyendo obras prometidas a cambio de autorizar el Corredor Interoceánico.
OAXACA DE JUÁREZ.— La construcción del rompeolas en el puerto de Salina Cruz, Oaxaca, considerada la más grande de Latinoamérica, ha provocado que el mar se aleje casi un kilómetro de la costa, según un artículo de El Universal, donde habitantes de Salinas del Marqués relataron la situación.
Raúl Antonio Gallegos, expresidente de la Sociedad Cooperativa de Producción Salineros de la Costa del Marqués, afirma:
El mar antes estaba a 100 metros, ahora lo tenemos a casi un kilómetro”.
Este cambio afecta directamente la principal actividad económica de la comunidad: la producción de sal.
Además del impacto ambiental, los salineros enfrentan restricciones de acceso a la playa por parte de la Secretaría de Marina y el incumplimiento de acuerdos por parte del gobierno federal, incluyendo obras prometidas a cambio de autorizar el megaproyecto del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT).
¿Cómo ha cambiado el paisaje en Salinas del Marqués?
La comunidad, ubicada a tres kilómetros de la refinería de Pemex en Salina Cruz, sufrió un cambio geográfico notable a partir de la década de los 80. En ese entonces, el puerto petrolero empezó a operar con dragas que desviaban arena del mar de San Mateo del Mar hacia la costa de Salinas del Marqués. Con el paso del tiempo, esa acumulación bloqueó la entrada de agua a la laguna donde antes se pescaba camarón.
Esa transformación obligó a la población —formada por zapotecas y huaves— a transitar de la pesca a la sal como actividad principal.
¿Cuál es la situación actual de la producción de sal?
Los productores organizados en cooperativas logran entre 4 mil y 10 mil toneladas de sal por año. En total, cerca de 500 familias dependen de esta actividad. Sin embargo, la falta de agua marina por el bloqueo natural del rompeolas afecta la productividad.
Raúl Gallegos explica que, para mantener el proceso, ahora deben invertir más recursos para canalizar agua.
Tenemos que invertirle más para que nos llegue el agua para la concentración”, comenta.
Los salineros buscan construir un canal que conecte directamente el mar con la laguna. Además, plantean la necesidad de una refinadora que les permita producir sal de consumo humano, con la cual podrían alcanzar hasta 60 mil toneladas anuales.
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¿Qué prometió el gobierno y qué ha incumplido?
El rompeolas fue inaugurado el 26 de febrero de 2024. El CIIT informó que tiene una longitud de mil 600 metros y una profundidad de 24 metros para recibir barcos tipo Neopanamax. Su construcción costó más de 4 mil 800 millones de pesos.
Para obtener el permiso comunitario, el entonces encargado del proyecto Rafael Marín firmó acuerdos con las autoridades locales. Entre las promesas estaban obras de desarrollo social, limpieza de materiales y libre acceso a la playa.
Ninguno de estos compromisos ha sido cumplido en su totalidad, afirma Gallegos.
Hasta la fecha el gobierno ha incumplido con la totalidad de las obras prometidas”.
¿Qué ocurrió con la contaminación por hidrocarburos?
El 7 de septiembre de 2017, un sismo en el golfo de Tehuantepec rompió ductos de Pemex. La playa y parte del mar de Salinas del Marqués fueron contaminados por hidrocarburos. Un informe de la Regiduría de Ecología de Salina Cruz reportó la presencia de “una sustancia de aspecto aceitoso” en el mar.
La salinera local estimó pérdidas anuales de más de 10 millones de pesos. La producción de sal se detuvo por cinco años.
Según Gallegos, Pemex negó al principio la responsabilidad y luego acusó a la comunidad de sabotaje. Finalmente, reconoció el daño y se comprometió a repararlo, pero hasta ahora solo ha limpiado parcialmente la playa.
No de la laguna, y eso es lo que estamos solicitando legalmente”, advierte.
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¿Qué futuro ven los salineros?
Raúl Gallegos, salinero desde los cinco años, lamenta que las nuevas generaciones vean esta actividad como poco rentable por las dificultades que enfrentan.
La comunidad busca soluciones que permitan mantener la producción de sal como medio de vida, entre ellas, el canal y la planta refinadora.
Estamos teniendo consecuencias año con año, porque el mar se está alejando”, insiste.
Mientras tanto, esperan que la Fiscalía General de la República avance en la denuncia presentada por la contaminación, y que se les permita continuar con su forma de vida, ahora amenazada por megaproyectos y promesas incumplidas.
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