“Calcetitas Rojas”: La historia de Lupita, la niña de 5 años que vivió los peores abusos y que su madre y padrastro mataron brutalmente por hacerse pipí encima

MÉXICO.— Era una tarde de marzo en Nezahualcóyotl cuando unos vecinos encontraron un bulto pequeño envuelto en una cobija cerca del Bordo de Xochiaca. Al acercarse, descubrieron que se trataba del cuerpo de una niña.

Solo llevaba una camiseta verde y unos calcetines rojos, ya manchados de tierra.

Así comenzó el caso que conmocionó a todo México.

Mundo

Pizzero francés mató a su vecino, lo descuartizó y luego lo cocinó en una olla de verduras; esperó 3 días para deshacerse de los restos para “respetar la transmigración del alma”

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Una vida cortada por la crueldad

Lupita tenía cinco años, cinco años en los que aprendió más sobre el miedo que sobre el amor. Su padrastro y su propia madre decidieron que su último día de vida sería el 18 de marzo de 2017. ¿La razón? La niña hizo pipí sin avisar. Eso bastó para que, en un arranque de furia, la golpearan hasta matarla. Después, la escondieron en su casa.

Al día siguiente, la tiraron en un terreno baldío, como si nunca hubiera existido.

Según Infobae, cuando su cuerpo fue encontrado, presentaba múltiples signos de violencia y su área genital estaba severamente dañada.

El país que tardó nueve meses en saber su nombre

Nadie la buscaba al principio. Lupita no existía en ningún papel, porque nunca la registraron; no tenía acta de nacimiento.

Fue la activista Frida Guerrera quien se obsesionó con darle un nombre a esa niña olvidada. Poco a poco, la historia se armó: era Guadalupe, medía menos de un metro, le gustaban las playeras de Disney y, aunque nadie lo supo a tiempo, merecía una infancia.

Un día, un hombre vio su retrato y la reconoció. Sus tías, destrozadas, confirmaron que se trataba de Lupita.

Las señales que todos ignoraron

Lo más cruel es que esto pudo evitarse. La abuela del padrastro había denunciado el maltrato ante el DIF, pero nadie hizo nada. Los golpes eran cosa de todos los días en esa casa. La última noche, Lupita solo quería ir al baño, pero ya no pudo.

“Mi hermana no supo defenderla”

Marina, tía de Lupita, dijo:

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Pizzero francés mató a su vecino, lo descuartizó y luego lo cocinó en una olla de verduras; esperó 3 días para deshacerse de los restos para “respetar la transmigración del alma”

Se hizo justicia, pero ¿de qué sirve? Mi hermana eligió a un hombre violento sobre su propia hija”.

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Meses después del asesinato, la madre y el padrastro recibieron 88 años de cárcel, que, aunque no vayan a devolverle a Lupita la vida que le quedaba por delante, se puede decir que hubo un poquito de justicia.

¿Cuántas más como ella siguen esperando que alguien las vea?